…Y ante el olvido de los sacricios de la juventud del pasado; y ante una juventud alienada en el consumismo vanal, alcohol y sexo; y ante la ausencia de sus quehaceres trascendentes de antaño; y ante la renuncia casi total de toda vocación de sacrificio por los otros…Ante todo eso, digo, uno se encuentra con Hecmilio Galván, ejemplo entre muchos ejemplos, que hace que uno vuelva a creer en las potencialidades de nuestra juventud: esa que siempre ha hecho florecer esperanzas invencibles.