A propósito de todo, hoy se me antoja este soneto de Papi Álvarez Castellano: “No te puedo decir, Juan Pablo Duarte/ lo que siente mi alma en este día/ cuando la patria va rumbo al desastre/ la patria tuya, que es la patria mía./ No puedo decir que en este instante/ los dominicanos no nos entendemos/ que nos vemos cada día más distantes/que en vez de respetarnos nos tememos./ Y temo que la patria que creaste/la misma que en el ama te llevaste/ se encuentre hoy al borde del abismo./ Sólo sé que tú, desde los cielos/estás rogando a Dios que tus desvelos/no se pierdan por falta de civismo”.