REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, afirmó este lunes en Doha que los talibanes no están respondiendo hasta ahora a las demandas de la comunidad internacional, en particular el respeto a los derechos de las mujeres afganas.
«La respuesta que hemos visto desde Kabul no está a la altura de nuestras expectativas hasta el momento», afirmó Le Drian en una rueda en prensa en la capital catarí preguntado por los derechos de las mujeres en Afganistán tras la toma de poder de los talibanes.
«Estamos esperando acciones y continuaremos ejerciendo presión», aseguró el ministro, quien subrayó que «las mujeres son una prioridad».
Su homólogo catarí, Mohamed bin Abderrahman al Zani, afirmó que los talibanes «deben preservar los logros del pueblo afgano y respetar los derechos de la mujer y su papel en el desarrollo en Afganistán» y que él mismo trasladó ese mensaje al nuevo Gobierno interino durante su visita ayer a Kabul.
Al Zani citó el ejemplo del propio Catar, un país islámico en el que «la mujer practica sus derechos de forma completa y constructiva» y -añadió- «un gran porcentaje del trabajo en el Gobierno está hecho por mujeres».
«Como miembros de la comunidad internacional tenemos que unificar nuestros mensajes a este respecto y, en particular, los países islámicos debemos empujar al Gobierno de Afganistán para que no haya ningún tipo de violaciones de (los derechos) de la mujer afgana», aseveró.
La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció hoy que las promesas del nuevo régimen talibán de respetar los derechos humanos de las mujeres y amnistiar a personas relacionadas con el anterior gobierno apoyado por EE.UU. están siendo incumplidas.
En su informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la situación en Afganistán tras el relevo de poder, la alta comisionada aseguró que en menos de un mes de control talibán «las mujeres han sido progresivamente excluidas del espacio público».
Ya se ha prohibido a las niñas mayores de doce años asistir a la escuela en muchos lugares del país, y numerosos departamentos de protección de la mujer en el país han sido desmantelados, mientras su personal era amenazado, denunció Bachelet.
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