Redacción Internacional.- Tras cancelar su boda religiosa en Italia debido a la pandemia, Francisca y su esposo Francesco Zampogna, darán el ‘sí’ en el país natal de la artista dominicana.
Con una sonrisa enorme y el abrazo de emoción de todos sus compañeros, Francisca anunció en el Día del Amor su boda religiosa con Francesco Zampogna, la cual se llevará a cabo en República Dominicana y no en Italia como se tenía contemplado antes de la pandemia.
«Nos casaremos por la iglesia», dice orgullosa la dominicana. «Mi esposo es italiano, ese tipo de cosas son muy importantes para él, para su familia, para mí. Y ahora llega nuestro hijo, Gennaro, pues surge más la necesidad, es el momento de hacerlo ahora. Más tarde nuestro niño cumple un año y ya empieza otro tipo de celebraciones que el foco será él».
Francisca explicó por qué su boda ya no será en Italia.
«De Italia nos vamos a República Dominicana», desvela orgullosa la presentadora de Despierta América (Univision). «Es mi tierra, es muy especial, gran parte de mi familia estará y es mucho más fácil de mi lado casarme en Dominicana, es la tierra que me vio nacer, donde hay mucha gente que me quiere y me adora. Dios [hizo] que el lugar donde me casara fuera mi tierra».
Rodeados de amigos y familiares, Francisca por fin cerrará uno de los ciclos más importantes de su vida. «Sí tenemos la bendición de Dios», acota. «Pero queremos que sea de una manera más oficial. Estamos muy emocionados».
Dijo que al igual que ella, su madre, Divina Montero, está muy emocionada porque la boda será aquí en el país.
«Mi mamá está muy contenta y me está preguntando a quiénes del barrio voy a invitar», cuenta con tremenda carcajada Francisca.
Sigue diciendo durante una entrevista que «a mí me encantaría invitar al mundo entero o a todo el que quiera. Estamos hasta discutiendo por eso, pero son muchas cosas, cuestiones de espacio, ya estoy trabajando todo. Ella está feliz».
La artista ya contrató a la agencia dominicana Difiore, quienes la ayudarán a que su unión sea digna de un cuento de hadas.
«Son los mejores de República Dominicana, es un negocio de familia, lo empezó la mamá», adelanta Francisca, quien eso sí, aún no quiere probarse ningún vestido de novia.
Agregó que «me tengo que poner en forma, estoy planeando cambiarme unas cuantas veces. No tengo el vestido diseñado. No me he tomado medidas y nada, estoy tratando de que mi cuerpo se ajuste un poquito para que el vestido se adapte a mi nueva forma».
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