Frenan investigaciones ordenadas por Gobierno brasileño contra encuestadoras

Las indagaciones se iban a adelantar por los resultados de los sondeos electorales para la primera vuelta en los que las tres empresas demoscópicas vaticinaban el triunfo de Lula, por amplia ventaja.

Río de Janeiro.- El Tribunal Superior Electoral (TSE) brasileño suspendió las investigaciones ordenadas por el Gobierno de Jair Bolsonaro sobre las actividades de las empresas demoscópicas, Datafolha, Ipec e Ipespe, por sospechas sobre sus encuestas de cara a la primera vuelta de las elecciones en el país.

El presidente del TSE, magistrado Alexandre de Moraes, en la decisión adoptada el jueves en la noche tildó de «incompetentes» a los órganos que adelantarían las indagaciones y señaló que las investigaciones parecen carecer de una «causa justa».

Las investigaciones de las tres firmas demoscópicas iban a ser adelantadas por el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) y por la Policía Federal, esta última a petición del Ministro de Justicia, Anderson Torres, por presuntas manipulaciones de los datos que habrían tenido la intención de favorecer al exmandatario progresista Luiz Inácio Lula da Silva.

Según el magistrado, tanto el Cade como la Policía Federal se basan «únicamente en presunciones relacionadas con la no conformidad de los resultados de las encuestas, sin que exista mención a indicios mínimos de formación de vínculo subjetivo entre los institutos señalados o incluso prácticas de procedimientos ilícitos».

Las indagaciones se iban a adelantar por los resultados de los sondeos electorales para la primera vuelta en los que las tres empresas demoscópicas vaticinaban el triunfo de Lula, por amplia ventaja.

Las tres firmas encuestadoras vaticinaron antes de la primera vuelta que Lula tendría cerca del 50%, como efectivamente ocurrió, pero a Bolsonaro le atribuyeron una votación entre 10 y 14 puntos menor de la que finalmente obtuvo.

En la primera ronda de las presidenciales el exsindicalista se impuso con el 48,4% de los votos y disputará una segunda vuelta el próximo día 30 contra el ultraderechista Jair Bolsonaro, que logró el 43,2%.

El propio líder de la ultraderecha declaró tras la primera vuelta que esas encuestas pudieron haber sido manipuladas para intentar beneficiar a Lula, quien ha liderado todos los sondeos durante el último año con tasas superiores al 40%.