SANTIAGO DE CHILE.- Artificieros de la Policía chilena desactivaron un artefacto explosivo enviado al domicilio del presidente del ferrocarril subterráneo de Santiago, Luis de Grange, revelaron este jueves las autoridades.
El paquete, que aparentaba una encomienda, llegó el miércoles al domicilio del alto ejecutivo, en el sector santiaguino de Las Condes, pero a De Grange el paquete le despertó sospechas, por lo que prefirió llamar a la Policía, precisaron las fuentes.
El artefacto, según las pericias realizadas por la Policía, era similar a uno que en 2017 llegó al domicilio de Óscar Landerretche, entonces presidente de la estatal Corporación del Cobre (Codelco), la principal productora mundial de ese metal, quien sufrió heridas diversas al explotar la encomienda.
También era semejante a una bomba que el pasado enero estalló en una parada del transporte urbano, con un saldo de cuatro personas heridas.
«Son hechos muy graves, que nos preocupan enormemente, pero que tienen un cierto patrón en común que dice relación con el envío de correo a domicilios particulares, y en eso ha coincidido en el caso de don Óscar Landerretche y en el caso de Louis de Grange que son presidentes de empresas públicas», comentó a los periodistas el ministro del Interior, Andrés Chadwick.
Agregó que se había reunido este jueves con Luis de Grange y aseguró que «él está muy tranquilo y ejerciendo su cargo en plenitud».
El ministro se excusó de dar a conocer algún detalle de las pesquisas tendentes a dar con los autores: «Queremos cumplir con las instrucciones que nos ha dado la Fiscalía, de no entregar ningún tipo de antecedente particular porque eso puede entorpecer la investigación».
A través de las redes sociales, el autodenominado grupo «ecoterrorista» Individualistas Tendiendo a lo Salvaje (ITS) se adjudicó la autoría del frustrado atentado, al igual que lo hizo en 2017 respecto del ataque a Óscar Landerretche y el pasado enero con la explosión en el paradero de la locomoción.
«Conspiramos en las sombras minuciosamente para poder escoger quién sería el merecedor del explosivo», señala en parte el mensaje del grupo, calificado de anarquista por las autoridades.
Del Metro de Santiago, el grupo sostiene que «en el nombre del progreso humano transportan y acarrean de un lado a otro a los bastardos borregos y monótonos civilizados».