Danilo Medina Sánchez, presidente electo de la República, ni en forma directa ni indirecta ofreció la candidatura vicepresidencial al ingeniero Miguel Vargas Maldonado, como éste expresara recientemente a un grupo de sus parciales.
Quien formuló esa propuesta al entonces candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana y de las fuerzas del Bloque Progresista, fue el licenciado Hatuey Decamps Jiménez, presidente del Partido Revolucionario Socialdemócrata, en un encuentro que sostuvo en su residencia con el licenciado Danilo Medina, mucho antes de que se decidiera a pactar con Hipólito Mejía.
Con Francisco Javier García como testigo, Danilo Medina le expresó a Hatuey Decamps que no estaba de acuerdo con esa propuesta porque la entendía como un irrespeto al ingeniero Vargas Maldonado, porque era el presidente del PRD, pero que además percibía que no le interesaba la candidatura vicepresidencial.
Vargas ha revelado que Hatuey le formalizó la propuesta en nombre de Danilo Medina y que él la rechazó, entonces fueron dos lo que hicieron lo propio con esa sugerencia del licenciado Decamps, porque el primero que la desestimó fue Medina.
Aunque Danilo Medina postergó para un momento que le resultara más apropiado la escogencia de su acompañante vicepresidencial, se percibía claramente que tenía a lo interno de su partido la mejor opción: Margarita Cedeño de Fernández.
Un político con sentido del honor, no formularía una petición de esa naturaleza a nadie que estuviera en la posición de Miguel Vargas, porque es como plantearle: “sálvame, hundiéndote”, porque ese hubiese sido el suicidio, pero además, quién garantizaba que un paso como ese en vez de sumar, perjudicara.
La irritación que generaría una acción como esa se colocaba por encima de cualquier aporte, y victimizaba a Hipólito de forma tal, que nada ni nadie habría contenido la expulsión por alta traición del presidente del PRD, y el país no respirara la esperanza y la tranquilidad que le transfiere el que por fin tendrá oportunidad de que el político que más merecida se tenía la presidencia de la República, esté a pocas semanas de juramentarse.
¿Qué perseguía Hatuey Decamps? Solo él lo sabrá a ciencia cierta, pero se especuló sobre la intención de matar dos pájaros de un mismo tiro: derrotar a Hipólito y sepultar a Miguel, con lo que se produciría una acefalia en el PRD.
Pero descartada la posibilidad de colocar a Miguel en la boleta de Danilo, Hatuey cambió de planes y acordó con Hipólito, trabajar para acercar a Miguel Vargas e integrarlo activamente a la campaña, pero en esta parte fracasó, y él mismo confesaría que su compadre dejó de recibirle llamadas, al final de la partida él pactó con Hipólito sin más aportes que los de los votos de su partido.
Si Danilo Medina hubiese tenido la intención de formular tal propuesta, sabe bien que lo que implica no puede discutirse a través de interpósitas personas, habría tenido que sentarse a pelar los plátanos con Vargas Maldonado porque eso implicaba también pactar medio gobierno.
Miguel Vargas debe ser más cuidadoso con él mismo porque el sitial que se ha ganado, demostrando que es un hombre de carácter y con preocupaciones auténticas sobre los problemas que aquejan al país, torna impensable que alguien se animase a desconsiderarlo.
El PLD no es un partido de palos a ciegas, sabía que con su unidad monolítica y mejorando la imagen del gobierno, dejarían a Hipólito en la gatera, pero sin chance para el error.