“…Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios…” Eclesiastés 11:9.
Durante muchos años, niños, jóvenes y adolescentes que se levantan día a día dentro de una sociedad cambiante y transformadora, fuimos llamados “Generación del Futuro” teniendo en nuestras manos la responsabilidad de renovar el trabajo hecho por nuestros antecesores.
Para nadie es un secreto que nuestro entorno social vive momentos difíciles debido a la pérdida de valores morales, culturales y espirituales, no cabe duda que cada día nos invaden culturas y tendencias que deberían ayudar en pro de nuestro estilo de vida.
Un ejemplo de ello, es Internet: “un arma de doble filo” que debemos saber utilizar, porque de un lado puede aumentar nuestros conocimientos y por el otro, deformar nuestra identidad o personalidad.
Llevar un país adelante no es tarea fácil, pero es un trabajo de todos, la juventud de hoy debe ser cada día más competente y comprometida con su nación.
Necesitamos ver jóvenes con capacidad de asumir retos profesionales, no tan sólo de excelencia sino de buena moral, que de nuestras universidades egresen estudiantes honestos sin intereses egoístas.
Debemos salir adelante y demostrarle al mundo que en Latino américa hay gente de excelencia, ¿hasta cuando vamos a vivir copiando culturas extranjeras, valoremos lo que producimos: nuestra cultura; gente, ciencia y tecnología … ¡Porque la “Generación del Presente” somos tú y yo, el futuro es hoy!
Fuente: Reflexiones Cristianas.