BRASIL.- El Gobierno brasileño anunció este lunes que los proyectos culturales que aspiren a financiación del Estado no podrán exigir al público el llamado «pasaporte sanitario», a fin de impedir «que se discrimine entre vacunados y no vacunados».
La decisión fue publicada en el Diario Oficial y reafirma la posición adoptada por el presidente Jair Bolsonaro en torno a la vacunación contra la covid-19, sobre la cual el Gobierno estableció su no obligatoriedad ya a principios de este año.
El decreto de la Secretaría de Cultura también dice que, en el caso de financiación pública, tendrán «prioridad» los proyectos que adopten «protocolos de seguridad para prevenir la covid-19», entre los cuales cita la medición de temperatura o la exigencia de exámenes negativos al público.
Pese a ese decreto, algunos gobiernos regionales y municipales, en el marco de sus atribuciones constitucionales, han impuesto el «pasaporte sanitario» para muchas actividades que congregan públicos masivos, como forma de atajar posibles rebrotes de coronavirus.
El secretario de Cultura del Gobierno, Mario Frias, justificó de todos modos la decisión y afirmó que «la prohibición del famoso pasaporte de vacunación» para proyectos financiados por el Estado busca impedir que «medidas autoritarias y discriminatorias reciban dinero público y violen derechos básicos de la civilización».
Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia en el mundo, junto con Estados Unidos y la India, aunque en los últimos meses la incidencia de la crisis sanitaria ha caído en picado, lo que el propio Ministerio de Salud atribuye al avance la vacunación.
Según los últimos datos oficiales, Brasil acumula hasta ahora casi 610.000 muertos y 21,8 millones de contagios, pero las cifras diarias en ambos casos han caído a los niveles de abril de 2020, cuando la pandemia apenas comenzaba en el país.