Gobierno de Nicaragua establece en 200 el número de muertos en crisis local

Hasta ahora el Gobierno del presidente Daniel Ortega reconocía 199 muertos, una cantidad menor a los 325 reportados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a los 594 que señalan las organizaciones humanitarias locales.

La PDDH elevó el número oficial luego de que el Ejecutivo determinó que una osamenta encontrada en la ciudad de Jinotepe en mayo pasado pertenecía al militante sandinista Bismarck Martínez.

«Las cifras de fallecidos que se manejan en el país, con este (Martínez), llegaríamos al número 200», dijo la procuradora de Derechos Humanos, Corina Centeno, a través de medios del Gobierno.

Martínez también fue clasificado por la Procuraduría de Nicaragua como la única persona desaparecida en el marco de la crisis.

«Esta Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos no registró ningún caso de personas desaparecidas que se encontraron en las protestas, solamente la desaparición del compañero Bismarck Martínez, el 29 junio (de 2018)», señaló Centeno.

El dato oficial contrasta con los 102 desaparecidos reportados por la oposición, en una lista que únicamente incluye a manifestantes que han sido capturados por policías o paramilitares afines al Gobierno, y de los que hasta ahora no se tiene información.

La CIDH ha responsabilizado por los hechos violentos en el marco de la crisis al Gobierno de Ortega, el que, sostiene, ha cometido crímenes «de lesa humanidad».

En su informe, la procuradora señaló que el Gobierno ha brindado atención a más de un centenar de familias, que identificó como víctimas de lo que Ortega considera es un «golpe de Estado fallido», y que la oposición llama «insurrección cívica».

La violencia generada por la crisis y el temor hacia la Policía Nacional y los grupos paramilitares oficialistas, han llevado a decenas de miles de nicaragüenses al exilio.