REDACCION.- Luego de al menos tres posposiciones, este miércoles finalmente el Gobierno tiene previsto inaugurar la termoeléctrica Punta Catalina en la provincia Peravia, pese a los cuestionamientos que ha enfrentado, no solo de carácter económico, sino también medioambiental y técnico.
La obra insigne de la administracion de Danilo Medina inició a finales de 2013 con una inversión proyectada de 1900 millones de dólares, pero a la fecha supera los 2300.
Punta Catalina, vendida como el proyecto que solucionaría la deficiencia en el sistema eléctrico interconectado que provoca apagones, representa a juicio de la Sociedad Civil y otros sectores de la sociedad, una de las irregularidades administrativas más grandes cometidas desde el Estado en la historia dominicana.
En noviembre de 2013 el Consorcio Odebrecht-Tecnimont-Estrella ganó la adjudicación del Contrato, pero cuatro años más tarde, es decir, en 2017, Punta Catalina estuvo en la mira por sobrevaloración y presuntos sobornos.
Esto llevó a una investigación de la comisión de licitación y adjudicación, que concluyó que la obra podía continuar.
Con la garantía de que permitiría ahorros al Gobierno por 500 millones de dólares al año, de acuerdo a expertos la estructura acaparó más del 80 por ciento de la inversión del Gobierno en energía.
Unos 2, 340 millones de dólares hasta el momento.
En materia ambiental, aunque la CDEEE aseguró que la central termoeléctrica fue edificada atendiendo a rigurosos estándares ambientales internacionales para asegurar la preservación de los recursos naturales y el uso sostenible de los mismos; ambientalistas afirman a la fecha no se han medido impactos reales de su puesta en funcionamiento.
Según explica la CDEEE, la Termoeléctrica consta de dos generadores de 376 megawatts que funcionan a base de carbón mineral, cuya producción permitirá suplir al menos el 35 por ciento de la energía actual servida por el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado, a un costo inferior al producido con derivados del petróleo.
En sus declaraciones más recientes, el presidente del PRM y futuro ministro Administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza, manifestó que en su momento la obra requerirá la atención del gobierno entrante, atendiendo al devenir que ha tenido.
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