Un fraternal saludo a todos mis queridos lectores.
En varias ocasiones he dicho que solamente es Dios quien es perfecto. Que todos somos pecadores ante los ojos de Dios. El que no chismea, habla mucho, critica a los demás, está de acuerdo con los robos y las cosas ilegales, etc.etc. Así somos los seres humanos. Quise imaginar lo que sería mí vida estando en este mundo siendo un ser perfecto. Sin necesidad de amar o ser amado, estando todo a pedir de boca, para alcanzarlo sin el más mínimo esfuerzo, siendo poseedor de una figura perfecta ante los ojos de los demás, teniendo todo el poder en mis manos, después de todo eso es lo que sueñan algunos seres humanos, ser perfectos.
Si yo no me equivocara jamás no podía entender los errores que también cometen los otros, viviría juzgándolos y me quedaría solo en este mundo aislado de todos. Me quedaría solo porque nadie me puede igualar. Prefiero ser de mediana estatura, y no tener un cuerpo esbelto, estoy seguro que los demás me quieren como soy y me conocen de verdad y mejor aun, lucho por conservar mi belleza espiritual, aunque me cueste trabajo.
Estuviera vacio, no tendría necesidad de ser amado y amar, sería una persona indiferente, eso me aterra. Ese es el motor de la existencia humana, ese es el motor de nuestra existencia, por eso mismo nos Creó Dios, fue tan grande su amor por nosotros que nos entrego a su hijo Jesucristo y nosotros lo crucificamos, sufrió tan grande dolor, y todo por amor.
Yo no soy perfecto, y le doy gracias a Dios por no serlo. Porque siendo yo imperfecto le da sentido a mi vida, eso me invita a luchar cada día por ser mejor. Gracias Dios por mi imperfección, pon en mi el toque de tu perfección, el AMOR.
Los dejo con esta lectura tomada del Evangelio de San Juan, Capitulo 17, Versículos del 1 al 3, que dicen: “Así hablo Jesús y, levantando los ojos al cielo, dijo: Padre ha llegado la hora; manifiesta la gloria de tu Hijo para que tu Hijo manifieste la tuya, pues le diste autoridad todos los hombres para que dé vida eterna a todos los que le has confiado. Y ésta vida eterna, reconocerte a ti único Dios verdadero, y tu enviado, Jesús, como Mesías.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.
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