Grito de libertad

Tal como dijera el alcalde del Distrito Nacional, David Collado, con la reinauguración del monumento a Fray Antón de Montesinos en el Malecón de Santo domingo, se ha vuelto a escuchar el grito de libertad de su histórico sermón de adviento, porque la estructura levantada en su memoria mediante una donación de México, se ha libertado también del abandono y la inmundicia en que estaba sumido.

Luego de un largo período de increíble descuido en que había caído y que incluso era un nido para la comisión de bajezas y desvergüenzas, el monumento luce remozado y reluciente, gracias a un rescate emprendido por el cabildo con una inversión de 24 millones de pesos.

De esta manera se ha puesto término a una afrenta a la dignidad nacional y se rinde de nuevo merecido tributo a un símbolo de la lucha por la libertad y los derechos humanos que debe servir de ejemplo a las presentes y futuras generaciones dominicanas para coexistir en un ambiente de respeto, tolerancia y equidad.

Fray Antón de Montesinos, 1480-1540, quien nació en España en 1480, se hizo merecedor de reconocimiento y recordación permanente porque en diciembre de 1511, en el cuarto domingo de Adviento y por orden de la congregación de los dominicos, subió al púlpito para pronunciar un sermón en el que denunció los abusos de los colonizadores españoles contra los nativos de la isla.

Hacer esa proclama en momentos en que los colonizadores estaban en la mayor y más infame etapa de sus atropellos contra la población indígena suponía un grave riesgo personal al que no estaba ajeno este decidido sacerdote y que sin embargo no lo disuadió de abogar por el fin de un hecho inhumano que contradecía la pretendida campaña de evangelización que servía de estandarte a los colonizadores.

En una emotiva ceremonia encabezada por Collado y la presencia de personalidades de distintos sectores de la sociedad dominicana, el emblemático monumento construido en 1983 quedó abierto al público y se hace justicia al primer defensor de los derechos humanos de los indígenas en América.

Los trabajos de recuperación incluyeron la reconstrucción de los baños, pavimentación del área de terraza, sustitución, brillado y cristalizado de pisos y escaleras en mármol, la reparación de muros, reconstrucción del techo, trabajos de impermeabilización; arreglos de salones en cristales, estructuras de aluminio, climatización de salones y  rampas de accesos para personas con discapacidad.

El monumento estará abierto con sus cinco salones para diversas actividades culturales y la terraza de los Tainos con vista al Mar Caribe.

El acto inició con las palabras del empresario Manuel García Arévalo, de la Academia Dominicana de la Historia, seguido por el ministro de Cultura, Eduardo Selman, quienes resaltaron la importancia histórica y cultural de la estructura, además de su impacto en el turismo.

Collado informó que el monumento estará bajo la gobernación de Rosanna Rivera, su coordinador museográfico será García Arévalo y contará con un comité de gestión bipartito del Ayuntamiento del Distrito Nacional y el Ministerio de Cultura.

Es de esperar, pues, que después de tan laudatorio esfuerzo de recuperación, este monumento no vuelva a caer en un estado de abandono y que sea preservado como un símbolo de la libertad y la dignidad humana que debe comprometer a toda la colectividad nacional.