“Dicen que no hay nada qué hacer y que la culpa única es de una sociedad sin conciencia que ha preferido entregarse a las huestes hitlerianas del Tea Party, del KKK, el Opus Dei y el fundamentalismo evangélico. Los juegos de poder y la manipulación desde las arcas de lo podrido es la otra cara de esa misma moneda que hoy se alza con el poder político. Pero no cuentan con las nuevas generaciones cansadas de lo mismo, que andan en la calle por convicción propia, por vergüenza propia. ¡Olvidan que la vida es hoy, y estamos en la calle para defenderla!” (Lo dice Jimmy Valdez Osaku, manifestante anti Trump en Manhattan).