Guaimamear

Dada su ausencia de los diccionarios de Uribe, Deive e Inoa, defino “guaimamear” como “acción o efecto de mostrar indecisión o chancletear ante algún peligro”. Muchos animales, al sentirse amenazados, huyen o pelean. Igual pasa con organismos más complejos, como las sociedades. Un caso excepcional es el de Haití, con huida sólo de ricos o quienes puedan, y pleito entre poderosas bandas y pobres policías. A principios de mayo Estados Unidos inició el traslado de equipo y personal para coordinar (si no dirigir) al contingente policial internacional, compuesto mayormente por kenianos, que debió arribar hace un mes, para combatir y eliminar a casi 300 bandas criminales que controlan ese territorio sin dolientes. Si algún día por fin llega, esa intervención armada no solucionará por sí misma la incesante involución del territorio vecino. Será apenas un primer paso. Si logran pacificar y ordenar alguna autoridad legítima y capaz, ¿cómo hacer elecciones en un país sin registro civil confiable? La democracia exige un mínimo de condiciones que los políticos y los dueños de Haití no han sabido ni querido crear. Las soluciones deben ser haitianas y no impuestas, pero no como quieran los beneficiarios actuales y seculares de tanta desgracia. Mientras tanto, sigue el guaimameo…