Quito.- El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, se declaró este jueves inocente y rechazó el juicio político de censura planteado por la oposición, que lo está acusando de un presunto delito de peculado (malversación de fondos públicos).
En un mensaje a la nación donde apareció junto a su esposa, María de Lourdes Alcívar, y delante de un nutrido grupo de ciudadanos con la bandera de Ecuador de fondo, Lasso acusó a la oposición, encabezada por el correísmo, de inventarse pruebas contra él para «tomar por asalto el poder y debilitar y destruir la democracia».
El pronunciamiento de Lasso se da un día después de que la Corte Constitucional diera luz verde a la realización del juicio político por peculado, pero no aceptó la acusación que también hacía la oposición por acusación.
El presidente ecuatoriano argumentó que la Corte Constitucional dejó fuera de la acusación el presunto delito de concusión por falta de pruebas y que los cargos por presunto peculado corresponden a unos contratos firmados en 2018 y renovados en 2020, antes de que él llegase a la Presidencia en mayo de 2021.
«Me acusan presuntamente de abusar de fondos públicos para beneficio propio cuando aún no era presidente de la República. ¿Qué tengo que ver con un contrato de 2018? Ni siquiera existe una investigación de la Fiscalía sobre ese tema», argumentó el mandatario.
«No he cometido delito alguno, mucho menos años antes de posesionarme (como presidente), y como no hay motivos para un juicio penal, se inventan este juicio político», añadió.
CARGA CONTRA OPOSICIÓN
El jefe de Estado señaló a las mafias del narcotráfico, de los seguros de las empresas públicas, de la minería ilegal y de los negocios petroleros ilegales de haberse sumado a la política y estar detrás de este juicio político «para recuperar las prebendas ilegales que les quitamos».
Asimismo, recordó que fue elegido democráticamente por cuatro años y que «los ciclos en democracia deben cumplirse».
En ese sentido, consideró crítico que, para este juicio político, se hayan presentado «pruebas obtenidas de manera fraudulenta, vulneraciones al debido proceso, uso de artículos equivocados y obtención de pruebas ilícitas».
Para Lasso este es «un juicio creado con ‘memes’ falsos», que «no tiene ni pies ni cabeza, porque las mentiras inventadas no se pueden sostener», y que resulta «un intento desesperado, atemporal y violento de robar» la estabilidad del país.
«Me molesta, me ofende, me indigna que estén intentando asesinar mi reputación y la de mi hogar», agregó el gobernante antes de reiterar que es «inocente de esas patrañas» que le han «inventado».
ASESINATO DE SU REPUTACIÓN
El presidente afirmó que está viviendo «un ataque sistemático y mafioso» para «asesinar» su reputación, pero culminó: «esta es una lucha que vamos a ganar porque la verdad siempre vence».
El proceso de juicio político contra Lasso fue activado por la oposición en el momento más complicado para el mandatario, tras el serio revés recibido en la cita electoral del 5 de febrero, donde perdió el referéndum convocado para reformar la Constitución y, al mismo tiempo, el correísmo fue el gran ganador de las elecciones locales.
Ahora la Asamblea, de mayoría opositora, derivará a la Comisión de Fiscalización la realización de un informe con los elementos presentados por la acusación y las alegaciones de la defensa. El documento lo elevará al pleno, donde para censurar al jefe del Estado se necesitan 92 votos, equivalentes a dos terceras partes de la Cámara.
En junio de 2022, Lasso ya salvó una situación similar por pocos votos, cuando en medio de las protestas lideradas por el movimiento indígena contra la política económica de su Gobierno y la carestía de la vida, la oposición planteó una moción de destitución presidencial que no alcanzó esos 92 votos.