Hace una docena de años casi que conocí en persona al señor Gustavo Cisneros en un viaje a Madrid con la comitiva presidencial.
Cordial y afable, educado, así era él.
Buena impresión daba este empresario de origen cubano y venezolano, cuyas raíces caribeñas coadyuvaron a su juramento por la nacionalidad dominicana.
Escribo de origen cubano y venezolano que es lo mismo que decir de origen caribeño, como somos también los dominicanos, puertorriqueños, cubanos y venezolanos con una cultura de origen hispano.
Venezuela y en cierta medida Colombia, Cuba, Puerto Rico y República Dominicana albergan poblaciones con muchos elementos culturales e históricos comunes.
Por eso unos y otros nos adaptamos y hermanamos, convivimos y compartimos, en las glorias y vicisitudes de la vida de nuestros pueblos.
Algún día en el futuro no muy lejano los pueblos caribeños de origen y cultura similares disfrutarán de una vida sin barreras artificiales y estarán integrados en sociedades armoniosas.
La Historia
Hace muchos años, en 1977, una serie de escritos míos de investigación fueron editados y publicados en Vanguardia del Pueblo por Juan Bosch y Bosch decidió ponerle el seudónimo de firma de autor Luis Peralta.
En aquellos reportajes se mencionaba a Cisneros como ya residente en Punta Águila, Casa de Campo, La Romana.
Políticos Dominicanos y Venezolanos:
Es indudable que nuestra proverbial hospitalidad dominicana atrajo a Cisneros, y fue positiva su presencia durante tantos años en nuestro país por sus aportes al desarrollo con sus inversiones e iniciativas buenas.
Me parece que la inestabilidad social que vivió Venezuela en los años finales del siglo pasado favoreció la decisión de Cisneros de hacerse ciudadano de la República Dominicana.
El problema de la descomposición del sistema de los partidos políticos conocidos en Venezuela y aquí se ve como si estuvieran en la espiral de la Via Láctea. Unos y otros distantes, pero van viajando en zonas o puntos similares o paralelos de la historia.
Lo único que no tenemos ni tuvimos los dominicanos es la riqueza de la Patria de Simón Bolívar.
La pobreza nos ata y condiciona en la medida en que aparecen medios de escape y de capilaridad social.
Dependemos y estamos más íntimamente vinculados a las metrópolis del mundo global que los venezolanos de hace 40 años.
Hasta Pronto
El año pasado volví a ver por última vez a Gustavo Cisneros cuando nos saludamos en un receso de un encuentro patrocinado por la Fundación Global Democracia y Desarrollo en Casa de Campo, La Romana.
Hasta Pronto, Gustavo Cisneros, gracias por creer en nuestro país. En Paz Descanse.
Santo Domingo, 30 de Diciembre 2023