SANTO DOMINGO.- Apenas unas horas después de la designación de Edgard Leblanc como presidente del Consejo de Transición de Haití y de Fritz Bélizaire como primer ministro, las fisuras y aparente falta de consejo dentro de ese organismo comienzan a poner en duda su capacidad para enfrentar la crisis de vacío de poder y de violencia y encaminar a Haití hacia las elecciones.
Para la diáspora haitiana en el país, la designación del nuevo primer ministro de Haití, sin la participación de sectores externos, pone en riesgo el espíritu de unidad entre los miembros del Consejo Presidencial, lo que podría tener serias consecuencias que impidan a ese organismo cumplir los objetivos para los cuales fue conformado.
Pese al conflicto interno en el Consejo de Transición, otros haitianos residentes en el país, guardan las esperanzas de que sus miembros pongan de lado sus diferencias y logren restaurar la paz en la vecina nación.
Mientras quienes hacen vida comercial en el Pequeño Haití, difieren sobre la capacidad que tiene dicho consejo para enfrentar la crisis de vacío de poder, la violencia, así como encaminar a Haití hacia las elecciones.
Un total de cuatro de los siete miembros que conforman el Consejo Presidencial de la Transición votaron a favor para que Belizaire sea el primer ministro Haitiano.