Seúl.- Un oficial de policía de la Comisaría del distrito de Yongsan, en Seúl, que estaba siendo investigado por posible destrucción de pruebas en relación con la estampida humana que dejó más de 150 muertos en los festejos de Halloween del pasado 29 de octubre fue hallado hoy muerto en su domicilio.
A la espera de autopsia, la policía de momento no ha hallado ninguna nota que apunte a que se quitó la vida, pero compañeros de trabajo del oficial, de 55 años y llamado Jeong, han indicado que recibieron llamadas en la víspera que apuntan a esa posibilidad.
Tanto el ayuntamiento de Yongsan como sus departamentos de bomberos y policía están bajo investigación ante la sospecha de que no respondieron adecuadamente cuando se produjo la tragedia y de que habrían ignorado llamamientos para aumentar la presencia policial en el barrio de Itaewon, que pertenece al mencionado distrito y donde el número de gente que acudía a celebrar Halloween aumentaba cada año.
La acumulación de gente en un callejón del barrio provocó un alud que dejó 156 muertos y 33 heridos graves la noche del pasado 29 de octubre.
Jeong estaba siendo investigado y había sido suspendido temporalmente de su cargo el pasado 9 de noviembre ante la sospecha de que ordenó borrar un informe que advertía de un posible accidente en Itaewon durante estas celebraciones anuales.
Encaraba cargos como abuso de autoridad, destrucción de pruebas y negligencia profesional con resultado de muerte.
A su vez, el equipo que investiga la tragedia prohibió hoy abandonar el país a la alcaldesa de Yongsan, Park Hee-young, a la que ya se ha acusado de negligencia con resultado de muerte.
La investigación se está centrando en si Park contaba con un plan de prevención de desastres adecuado para las multitudes de Halloween –el barrio recibió más de 100.000 personas este año– y si cumplió con su deber cuando tocó responder a la tragedia.
Según algunos informes, Park estuvo ausente en varias reuniones de alto nivel sobre gestión de seguridad en el distrito en los días previos al mortal tumulto y tampoco hizo acto de presencia en otras reuniones posteriores de gabinetes de crisis, aunque en este caso no estaba obligada a ello.