Jerusalén.- El Gobierno de Hamás en la Franja de Gaza pidió este martes a la comunidad internacional ayuda para aumentar el número de máquinas de diálisis en el hospital Mártires de al Aqsa, el más importante del área central del enclave y uno de los pocos todavía en funcionamiento tras seis meses de guerra.
«Antes de la guerra genocida, el departamento (renal) daba servicios de diálisis a solo 140 pacientes, y ahora (…) recibe 480 pacientes con problemas renales cada semana», dijo el grupo palestino en un mensaje urgente dirigido «a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Cruz Roja y todas las organizaciones sanitarias».
Según Hamás, en el hospital solo quedan 22 máquinas de diálisis, algunas de las cuales ni siquiera funcionan.
La escasez está obligando a los sanitarios a dar solo dos sesiones por semana, de dos horas cada una, a cada paciente, cuando lo normal es recibir 12 horas de diálisis (el triple) por semana.
Las máquinas podrían transportarse desde el resto de hospitales de la Franja que han quedado inutilizados por los ataques israelíes o desde fuera del enclave, añadió el grupo.
Durante la guerra en Gaza, Israel ha atacado en varias ocasiones centros sanitarios bajo la premisa de que son utilizados como base de operaciones por combatientes de Hamás.
La semana pasada, las tropas israelíes se retiraron del hospital Shifa de ciudad de Gaza, el más grande del enclave, tras dos semanas de asedio que lo dejaron totalmente inutilizado.
Durante la operación, el Ejército israelí dijo haber eliminado a unos 200 «terroristas» e interrogado a más de 800 sospechosos, entre los que identificó a unos 500 miembros de Hamás y la Yihad Islámica, incluidos altos cargos.
En los días posteriores, los equipos de rescate de la Franja han descubierto los cuerpos de casi 400 personas, algunos en estado de descomposición, mientras que las labores para recuperar los cadáveres de entre los escombros todavía continúan.
Según la OMS, al menos 21 pacientes murieron en el operativo israelí en el Shifa.