¿Hasta cuándo?

Durante los últimos 10 años se han hecho 37 anuncios sobre el cierre de esta instalación que viola todas los reglamentos de higiene, han ocurrido 160 eventos críticos, y solo en los últimos tres años se han registrado 26 incendios.

Haya habido o no manos criminales en el siniestro del vertedero de Duquesa, que ha estado castigando a los residentes del Gran Santo Domingo durante una semana, no cambia la indolencia que han tenido los gobiernos frente a este depósito de basura.

Durante los últimos 10 años se han hecho 37 anuncios sobre el cierre de esta instalación que viola todas los reglamentos de higiene, han ocurrido 160 eventos críticos, y solo en los últimos tres años se han registrado 26 incendios.

El episodio de 2017, que culminó en una crisis sanitaria dejando a la población con miles de toneladas de basura amontonadas en la calles, y reveló un escándalo de títulos que tocó a la puerta del Congreso obligándole a decir que no existía un contrato de venta por los terrenos, debió haber puesto fin a toda esta odisea.

Pero ni la administración colegiada ordenada por un tribunal, que impuso como cabeza al ministerio de Medio Ambiente, ni la creación de una comisión por decreto en enero de este año, para coordinar el cierre técnico de este vertedero, han logrado mover un ápice.

Ah es que sólo nos acordamos que existe esta inmundicia y vergüenza internacional cuando está en llamas.  Por supuesto, ninguno de nuestros honorables políticos vive cerca de ese basurero a cielo abierto. Hasta los que residimos más lejos estamos padeciendo del humo que invade la capital, especialmente en horas de la noche, despertando en algunos casos en horas de la madrugada, en busca de un incendio en nuestros propios hogares, de tan fuerte que se siente la humareda.

¿Hasta cuándo?

¿Hasta cuándo tendremos que esperar para que las autoridades tomen medidas que resulten en una solución viable?

¿Hasta cuándo viviremos con la indiferencia?

Y que no se quede en promesas, porque en esta época de política, a menos de dos meses de las elecciones, sin duda todos querrán pescar en río revuelto y ahora tomar a Duquesa como un punto de campaña.

Dejemos la indolencia, la politiquería y actuemos con responsabilidad, que la población, en medio de esta pandemia por el COVID, no merecía otro obstáculo de salud que le echara leña al fuego de la cuarentena, que ya de por sí, mantiene a los ciudadanos bajo un manto de incertidumbre e impotencia.