x
27 Abril 2024

“Hay que ser Humilde”

Ray Ortega.

Ray Ortega.

Fe y Vida

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores. Uno de los atributos que el ser humano debe de tener, es el ser humilde.

Dijo Miguel de Cervantes Saavedra, el cual nació en Alcalá de Henares, España, el 29 de Septiembre del 1547, escritor, poeta y dramaturgo en su libro titulado: “Dialogó de los Perros” que la humildad era la base y fundamento de todas las virtudes, y que sin ella no hay alguna que lo sea.

Desafortunadamente eso es lo que tenemos que pedirle a Dios con mayor insistencia por lo menos yo debo de pedírselo con muchísimo tesón y ahincó, espero que algún día me lo conceda. Es por eso que admiro tanto a nuestro Papa Francisco, pues nos da un gran ejemplo de lo que es la verdadera HUMILDAD.

Es la Humildad, la virtud que nos permite reconocer nuestras propias limitaciones y debilidades, y actuar de acuerdo a tal conocimiento. Se pudiera decir que la Humildad es la ausencia de soberbia.

Es una característica propia de los sujetos modestos, que no se sienten más importantes o mejores que nadie pese a sus logros. Todas las personas tenemos nuestras limitaciones y debilidades, y el que diga que no las tiene, tiene que pedirle a Dios que le de mucha Humildad, pues esa persona es pretenciosa, interesada y egoísta, y generalmente hace las cosas por conveniencia.

Hace unos días leía algo en un correo que me envió un amigo y se titulaba HUMILDAD. Y al principio me pareció chistoso, pero cuando lo leí por segunda vez me di cuenta del mensaje que dicho escrito contenía, y lo quiero compartir con ustedes mis queridos lectores, es muy corto y dice así: “Una vez un inspector del ministerio de aguas y tierras en cierto país se apareció a la finca de un campesino, le mostro su carnet y le dijo que el venia enviado por su ministerio a inspeccionar los terrenos de su finca. El campesino le dijo que con mucho gusto podía hacerlo, pero que no traspasara al lugar que estaba cercado. El inspector se enojo muchísimo, y con una tremenda soberbia y muy falta de humildad le dijo al campesino mostrándole el carnet que se fijara bien en el mismo, que decía inspector y que ese carnet le daba derecho a entrar a donde él le diera su gana.

El campesino le dijo que estaba bien, entonces el inspector traspaso al lugar que estaba cercado. Cuando había caminado como una distancia de 100 metros le partió un toro salvaje para encima, el inspector salió corriendo y ya casi el toro lo alcanzaba, y el campesino le gritaba: Muéstrale al toro tu carnet a ver si él te entiende”.

El mensaje de esta historia es la falta de humildad de este inspector, que en vez de preguntarle al campesino porque no podía el traspasar a ese lugar cercado, lo que hiso con mucha arrogancia y muy falto de humildad fue mostrarle su carnet de inspector al mismo y decirle que él podía entrar a donde le diera su gana y continuar a traspasar la cerca.

Mis amigos, seamos humildes, si no tenemos ese don, pidámoselo a Dios que es el único que puede concedérnoslo.

Los dejo con este pedazo de la Primera Carta de San Pedro, Capitulo 5, Versículos 5 y 6, y dicen así: “Que los más jóvenes se sometan a la autoridad de los ancianos. En vuestras relaciones mutuas, sed todos humildes, consideraos servidores de los demás porque Dios resiste a los orgullosos, pero da su gracia a los humildes. Humillaos, por tanto, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los ensalce a su debido tiempo.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

Comenta con facebook