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Hay seis niños en la morgue y no sabemos por qué han muerto. Seis neonatos fallecidos en un hospital, al parecer en un fin de semana. Esto es llamativo. Hay que saber qué pasa, y esperar a que no muera ninguno más.
Las autoridades afirman que fueron dos los menores fallecidos el pasado domingo en el hospital San Lorenzo de los Minas, y no seis como se había reportado. Que la causa no fue un apagón, sino septicemia y hemorragia pulmonar, así como otras complicaciones propias de los prematuros.
La directora del centro sostiene que los otros cuatro bebés habían fallecido antes, y que estaban en la morgue por la burocracia del proceso de enterramiento. Este argumento no es válido. Lo mínimo que pretenden los padres y las madres es el cuerpo de sus hijos muertos y conocer la causa del fallecimiento.
Las autoridades confirman que hubo una interrupción en el servicio energético en el área de neonatología de sólo de veinte minutos. Alegan que el hospital cuenta con tres plantas de emergencia, pero hubo un fallo en la entrada de las mismas en el área.
Que falte la energía eléctrica en un hospital y además no funcione el sistema de emergencia es inadmisible en una ciudad que hasta hace una semana estaba repleta de luces en oficinas gubernamentales.
Un hospital que se precie no puede estar sometido a que la energía electica se vaya o no. Necesita de un servicio eléctrico secundario para asistir aquellos servicios críticos como quirófano, área de neonatos, emergencia, y cuidados intensivos, áreas del hospital determinantes para mantener la vida.
Seis recién nacidos fallecidos en un corto periodo de tiempo apunta a una infección nosocomial. Las infecciones nosocomiales son las infecciones contraída durante la estancia en el hospital. Estas afectan a los mas débiles, los mas fáciles de aniquilar, los prematuros, bajo peso o los que nacen con una complicación.
Las infecciones nosocomiales existen. Es rara una unidad de neonatología que no haya tenido a través de su historia una infección nosocomial. Se transmiten a través de las manos de quienes laboran en el área y otros objetos, y no es fácil erradicarlas. Es preciso aislar a los bebes infectados y que el personal que los asista no toque otros niños, ni con guantes.
Una rigurosa monitorización del cumplimiento de las normas de limpieza y asepsia hospitalaria es imprescindible para evitar y controlar las infecciones nosocomiales.
Hay seis niños en la morgue, es un hecho objetivo, las causas de las defunciones no pueden ser juzgadas, falta información.
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