¿Qué es lo que está pasando con estos frecuentes enfrentamientos verbales y físicos que se están registrando entre estudiantes en escuelas de diferentes puntos del país? ¿Qué elementos desencadenantes están detrás de hechos tan bochornosos que atentan contra la seguridad y buena imagen en los planteles escolares?
Esto se ha convertido en una práctica que se repite y para colmo de males, ahora con la posibilidad de grabación con los llamados teléfonos inteligentes, se ha impuesto la moda de grabar estos feos espectáculos que luego son subidos a las redes, donde adquieren rápidamente categoría de virales.
Es una lástima que estemos ante semejante desvergüenza y que por una cuestión de morbosidad, este infame material suscite tal grado de atracción, lo que tiende a ocupar la imagen y logros obtenidos en disciplina y convivencia civilizada en muchos planteles públicos.
Esto viene a demostrar nuevamente una realidad innegable que hiere la sensibilidad de quienes se adhieren por principios a normas éticas y deontológicas en el ejercicio del buen periodismo, ya que nos estamos adentrando a una visión de las noticias como espectáculo, en lugar de material conceptual y edificante.
Son escenas realmente deprimentes, como la refriega que se registró en una escuela del municipio Las Matas de la provincia Sánchez Ramírez, donde un aula quedó convertida en un ring de boxeo mientras que dos adolescentes se enfrentaban a golpes.
Un aspecto chocante e inadmisible es que en lugar de desapartarlos, algunos compañeros de estudio se dedican a grabar con la mayor dedicación, como si se tratara de todo un festival.
Se trata, no hay duda, de una situación sumamente preocupante, que amerita trabajar a fondo y de manera sostenida entre padres, maestros y autoridades educativas para mejorar la convivencia civilizada entre los alumnos y profesores.
En un video, que circula en las redes sociales, se observa a dos menores discutir y luego una golpea a la otra, lo que produce el enfrentamiento a galletas y patadas que dura más de un minuto y medio. En el transcurso del video una de las adolescentes se observa sangrando en parte de su rosto.
Tienen razón psicólogos entrevistados al explicar que los patrones de agresividad, violencia e impulsividad que presentan algunos alumnos en su mayoría son conductas repetidas que ven en los hogares.
En ese sentido, es indispensable que los maestros reciban entrenamientos sobre el manejo adecuado de la conducta, a fin de aprender nuevas formas de manejarse con sus estudiantes y prevenir la repetición de situaciones tan deprimentes.
Las asociaciones de padres y amigos de la escuela tienen que colaborar estrechamente en esta vital tarea antes de que el ambiente escolar continúe deteriorándose.