1.- Encontrarme en la tercera edad, recién cumplidos mis ochenta y cuatro años, y en tránsito a los ochenta y cinco, un conjunto de eventos ligados a mi existencia, me hacen retroceder a tiempos pasados, y volver retrospectivamente a épocas de mi niñez y juventud.
2.- Retengo diferentes episodios de mi vida y al recrearlos hoy, me doy cuenta de que he alcanzado más de lo deseado.
3.- Sé lo que es la pobreza, no por referencia ni por estudiarla, sino porque en la niñez aprendí lo que es carecer de lo indispensable para tener vida.
4.- De la época de niño pobre, marginado de la sociedad, recuerdo la solidaridad y dulzura de doña Aracelis Dávila Llenas, poniendo en mis manos un plato de comida, para así satisfacer mi necesidad de alimentos.
5.- A Rosa Lina Tolentino, la traigo a mi memoria, porque con toda la paciencia del mundo, se dedicó a enseñarme a leer y a escribir.
6.- La primera vez que traté de colocarme zapatos en mis pies, fue cuando cumplí ocho años, pero no lo logré, porque me quedaron pequeños unos que me regaló mi tío Manuel, para el día de mi bautizo y cumpleaños, el 25 de diciembre de 1946.
7.- En mis primeros años, en mi cuerpo nunca me puse una prenda nueva de vestir. La que usé fue ya gastada por el uso en el cuerpo de otros niños, la cual mamá había recibido donada por familias donde hacía labores domésticas.
8.- Con la palabra madrugar, reconstruyo la época cuando teniendo unos ocho años de edad, mamá me hacía mañanear, para procurar dos botellas de leche donadas por el Seguro Social.
9.- Escuchar hablar de crimen horrendo, lo enlazo con el hecho que más hondamente me conmovió en los primeros años de existencia, y fue en el sitio Los Platanitos, en Santiago de los Caballeros, al ver los cadáveres descuartizados, de los hermanos Maldonado, y otros condenados, por el asalto al Royal Bank of Canadá.
10.- La exclamación de mi madre con vivo sentimiento de pesar, de “¡ay!, se llevan a mi hijo”, la hago hacer vivir para tener presente la noche del día domingo 1 de mayo de 1955, al momento de un grupo militar, sacarme de mi casa porque había hecho referencia despectiva contra Trujillo.
11.- De mi participación en la resistencia contra la tiranía de Trujillo, nunca he olvidado a mis compañeros, de los cuales siempre simbolizo en Wenceslao Guillen, y en Manuel Bueno, porque fue de los que quedó con vida y logró escribir sobre esa acción de heroicidad.
12.- La persona de Manuel González García, español, asturiano, hoy exitoso empresario, la ligo con mi paso, por allá a mediados de la década del cincuenta del siglo pasado, con mis estudios en la Academia Santiago, de contaduría, mecanografía y taquigrafía.
13.- Haber vivido en la calle 27 de Febrero, en Santiago, siendo un muchachito, lo tengo grabado en el pensamiento por el allanamiento a mi hogar, para apresar a mi madre y luego condenarla a tres meses de prisión por censurar a Trujillo.
14.- La Plaza Valerio, la rememoro estando con amigos y amigas, estudiando en horas de la madrugada, en sus fríos bancos e históricas glorietas, y con amigos entrañables como Pedro Fernández, Juan Enrique Batista, los hermanos Rodríguez Tavárez, y otros que por su calor humano son para mi inolvidables.
15.- El Liceo Nocturno Salvador Cucurullo, lo asocio a mis estudios en el bachillerato, la fraterna relación con mi profesor Juan José Estévez y mis compañeros de estudios Víctor Quiñones, Carlos Rafael Rodríguez y Diógenes Checo.
16.- El Partido Socialista Popular, PSP, única organización en mi vida de la que he formado parte, lo conecto con mis camaradas Amiro Cordero, Luis Gómez Pérez, Gerardo Marmolejos, Alfredo Conde, Rolando Breton, Juan Persia y otros compañeros y compañeras.
17.- Trabajar bacheando calles de Santiago, por cuenta del ayuntamiento y ahorrar unos pesos, me permitió inscribirme en la universidad de Santo Domingo, en la ciudad capital, y comenzar a estudiar derecho.
18.- Rafael Nicolás Gómez Ortiz, mi compañero inseparable durante los cinco años de estudios universitarios, y a Julio Aníbal Suárez, el capitaleño con el cual más de cerca he compartido, después que nos graduamos en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
19.- FRAGUA, con su lema “pensamiento y acción fundidos en armas contra la injusticia”, órgano del movimiento estudiantil progresista en la UASD, primer periódico en el cual escribí una columna, abordando temas políticos y sindicales.
20.- La cárcel de La Victoria, me hace recordar a Freddy Beras Goico y al doctor y profesor Dato Pagan Perdomo, los tres desnudos en una celda y como alimento comiendo sopa, una vez al día.
21.- Mis viajes por los diferentes continentes, los asocio a mi accionar contra la guerra, la carrera armamentista y el colonialismo, así como la solidaridad con los pueblos que están en la brega por su independencia y la liberación nacional.
22.- Cuando rememoro mis andanzas internacionales, revivo los momentos cuando compartí con líderes políticos que ya no viven, como Fidel Castro, Muammar Gadafi, Nelson Mandela, Yasir Arafat, Dolores Ibárruri, Raúl Castro y otros.