Santo Domingo. – Un momento que entusiasmaba a los menores afectados debido a que era un sueño participar en el carnaval, muy ajenos a lo que les esperaba.
Uno de ellos de 12 años es reconocido por su facilidad de hacer amigos y relacionarse con la gente.
Otro niño de igual edad víctima del siniestro, le caracteriza, la responsabilidad y el deseo de superación, valor que de acuerdo a su madre es reconocido por la comunidad en que reside.
El momento que viven los padres es de angustia y desesperación debido a que la evolución es muy lenta, con pronóstico reservado y la conducción preexistente de algunos aumenta el temor.
Los próximos días son cruciales en la evolución de la salud de todos los afectados de acuerdo al parte médico y a los procedimientos a que serán sometidos.