NUEVA YORK.- Luis Enrique Martinelli Linares, hijo del expresidente de Panamá Ricardo Martinelli (2009-2014), se declaró este martes no culpable de «conspiración para lavar dinero» ante un juez de un tribunal federal de Nueva York que le denegó la libertad condicional, dijeron a Efe fuentes de la Fiscalía.
Martinelli, que fue extraditado el lunes desde Guatemala, tendrá que comparecer de nuevo ante la justicia el próximo 14 de diciembre.
La defensa del hijo del expresidente panameño aseguró por su parte antes de comenzar la vista que tanto Luis Enrique como su hermano Ricardo Alberto, estaban dispuestos a declararse culpables y a entregar casi «19 millones de dólares y activos decomisados adicionales» en la causa que se les sigue en Estados Unidos por el caso Odebrecht.
Ricardo Alberto permanece detenido en Guatemala y se espera que pronto sea entregado a EE.UU.
Contactado por Efe, el portavoz de la Fiscalía Federal del Distrito Este de Nueva York, John Marzulli, declinó hacer algún comentario sobre una posible negociación con la defensa de los acusados para alcanzar un acuerdo.
Durante la sesión de hoy, el abogado de Martinelli, James G. McGover, intentó persuadir a la jueza Marcia Henry, de liberar a su cliente bajo una fianza de tres millones de dólares.
Sin embargo, Henry se alineó con la tesis de la Fiscalía que adujo la existencia de un riesgo de fuga en caso de su puesta en libertad.
El pasado 1 de noviembre, el fiscal Breon Peace, del Distrito Este de Nueva York, ordenó la incautación de un total de 1.697.478 dólares de las cuentas de Luis Enrique Martinelli y Ricardo Alberto Martinelli.
El abogado de ambos, James McGovern, envió el lunes una carta a la jueza Henry, en la que mostraba la intención de sus clientes de declararse culpables y en la que sostenía que «los activos decomisados incluyen una cantidad considerable de fondos mantenidos en bancos suizos que habrían sido excepcionalmente difíciles de recuperar sin el acuerdo de los hermanos Martinelli de declararse culpables y tomar medidas afirmativas para facilitar el acceso de los Estados Unidos a estos fondos».
Según el Gobierno de Estados Unidos, los hermanos «conspiraron con terceros para lavar aproximadamente 28 millones de dólares en pagos de sobornos hechos por y bajo la dirección de (la constructora brasileña) Odebrecht a un funcionario de alto rango en ese entonces del Gobierno de Panamá, que era un pariente cercano de los acusados».
La compañía Odebrecht fue condenada en 2017 en un tribunal de Nueva York por el pago de 788 millones de dólares en sobornos en doce países de Latinoamérica y África.
Los pagos se hicieron en relación con «más de cien proyectos en doce países, incluidos Angola, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela», según los documentos del tribunal.