SANTO DOMINGO.- A sólo unas horas de que el país celebre el Día de las Madres, varias personas aguardan ansiosas afuera del hospital Moscoso Puello con la esperanza de recibir buenas noticias sobre la salud de sus progenitoras, quienes están internas, afectadas por COVID-19.
En medio del nerviosismo y la ansiedad ante la espera, el ambiente de alegría se extiende entre los presentes afuera del hospital Moscoso Puello cada vez que un paciente de COVID-19 recibe el alta médica.
Los hermanos Fiordaliza y Jovanny Núñez no pierden la esperanza de que su progenitora, quien lleva cuatro días interna en la unidad de COVID, pueda salir pronto y volver a celebrar con ellos como cada año el Día de las Madres.
Fiordaliza, quien reside en Estados Unidos, regresó al país ante la gravedad de su mamá, que con 78 años también padece insuficiencia renal.
Un caso similar es el de América Díaz, cuya madre está en la unidad COVID del Moscoso Puello desde hace 13 días.
La espera es aún más angustiante ante la cercanía del Día de las Madres, cuando sus respectivas familias acostumbran reunirse.
Al lamentar el repunte que se registra en el Gran Santo Domingo, ambas mujeres insisten en la necesidad de que la población, especialmente los jóvenes, tomen conciencia sobre la gravedad de la pandemia.
Para estos hijos el mejor regalo que se le puede dar a una madre es el amor y dedicarles tiempo de calidad.
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