"Hillary Clinton pasó la batuta a las jóvenes", dice chilena Julieta Martínez

"Fue como si Hillary nos pasase la batuta a las nuevas generaciones" de mujeres, reivindica la joven en una entrevista a EFE en París.

París.- Su nombre circuló por el mundo después de dialogar con Hillary Clinton ante la mirada de varios jefes de Estado y de Gobierno. Se llama Julieta Martínez, tiene 17 años, es de Santiago de Chile y ha sido premiada por empoderar a las chicas de Latinoamérica con su plataforma «Tremendas».

«Fue como si Hillary nos pasase la batuta a las nuevas generaciones» de mujeres, reivindica la joven en una entrevista a EFE en París.

Martínez tuvo una estancia corta pero intensa en la capital francesa. Intervino el miércoles en la inauguración del Foro Generación Igualdad de la ONU en el que participó en un cara a cara con Clinton, de 73 años y antigua secretaria de Estado de EE.UU.

«La invitación que nos hicieron era un acto simbólico de generaciones pasadas, de las que lucharon para conseguir lo que tenemos hoy en día. Era como si nos pasasen la batuta a las generaciones nuevas», opina esta adolescente, quien cumplirá 18 años en cinco días.

Después de haber dormido unas pocas horas y no haber parado de responder mensajes, la joven chilena repasa su precoz compromiso con el activismo, ya sea con la sanidad, la igualdad de género o el medio ambiente, y cuenta cómo se convirtió en uno de los rostros de la nueva generación de niñas y mujeres en Latinoamérica.

Las comparaciones con Greta Thunberg, rostro mundial del activismo adolescente, son recurrentes.

Ella asume su admiración por ella y saluda «el impacto gigantesco» que la sueca ha generado en el debate sobre el clima. Pero resalta que hay más voces del cambio, muchas de ellas anónimas.

«Como hay Greta, hay Sofía, Antonia, Josefina, Julieta», señala la chilena. «Yo no quiero ser la versión Latinoamericana de nadie, soy Julieta Martínez», afirma.

INICIO PRECOZ EN EL ACTIVISMO

La chilena se inició en el activismo desde muy joven, con 8 años, quizá por el hecho de ser diabética desde los 3, una condición médica que la llevó a interesarse por las políticas de salud.

Hija de un médico y una periodista, Julieta lanzó «Tremendas» hace dos años, cuando tenía 15 primaveras, sin saber que se convertiría en un punto de referencia para articular las demandas de las chicas latinoamericanas.

«Lo imaginé como una serie web y hasta ahí llegaba pero, cuando lo terminamos todo, la amiga de mi madre que me había ayudado me dijo: ‘Julieta esto da para mucho más'».

Entonces empezó a conectarse con más chicas, primero personalmente, en festivales o charlas. A continuación, acudió a las redes sociales, especialmente en 2020, con el inicio de los confinamientos. La Covid supuso el salto internacional de «Tremendas» hacia la América hispanohablante.

«De 800 seguidores, pasamos de la nada a 1.000, 10.000, 20.000, 30.000, 40.000. Poco a poco comenzamos a crecer y a crecer», constata.

Uno de los proyectos que más le enorgullece es de las «academias de Tremendas» que se trata de empoderar a las chicas ofreciéndoles educación gratuita de los temas que más les interesen, como género, salud reproductiva, bienestar o clima.

«Contactamos con universidades, empresas, ONG, fundaciones, con distintas partes de la sociedad» que se brindasen a dar clases a las chicas, refiere.

«Nos dimos cuenta de que podíamos trabajar bajo la premisa de que la educación de las niñas es una solución (ante la emergencia) climática», aduce.

Porque, añadió, «la crisis climática tiene también rostro de mujer. El 70 % de la población más pobre del mundo es mujer y un 80 % de los refugiados climáticos son mujeres y niños».

«Se estima que si diésemos a todas las niñas del mundo acceso a la educación y a la planificación familiar podríamos llegar a reducir 105 giga toneladas de CO2», realza, basándose en un estudio internacional.

COMENTARIOS MACHISTAS

A medida que Julieta se hizo más activa en las redes y concedió más entrevistas experimentó la cruz de quienes se exponen públicamente.

«Recibí en las redes comentarios de señores de 50 o 60 años irrespetuosos, sexuales, hacia mi persona», evoca. Comentarios que tuvo que leer con apenas 15 años.

Tampoco guarda buen recuerdo de algunas intervenciones en directos televisivos. «Podía estar hablando de la crisis climática, de temas súper importantes y, de la nada, me llegan comentarios como, ¿te gustaría ser mamá?’, ‘¿tienes novio?’ o ‘qué bonitas piernas tienes'», lamenta.

«Si a mí me pasa esto y sigo siendo una privilegiada, ¿qué pasa con las niñas que hayan vivido situaciones peores a las mías?», se pregunta.