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25 Abril 2024

Historia Dominicana: Conflictos entre República Dominicana-Haití 1963

El 23 de septiembre de 1963, dos días antes del golpe que derrocó al presidente Juan Bosch, el país estuvo al borde de una confrontación bélica con Haití, cuyo presidente era Francois Duvalier. Era la segunda crisis diplomático-militar con el vecino país en cinco meses y sería la última.

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SANTO DOMINGO, República Dominicana.-  El 23 de septiembre de 1963, dos días antes del golpe que derrocó al presidente Juan Bosch, el país estuvo al borde de una confrontación bélica con Haití, cuyo presidente era Francois Duvalier.  Era la segunda crisis diplomático-militar con el vecino país en cinco meses y sería la última.

La población dominicana, en aquel entonces, estaba intranquila por la agitación incesante y la amenaza de nuevas huelgas, lo que se complicó con el anuncio de una agresión haitiana al territorio dominicano.  Parecía la culminación de un largo período de tensas relaciones, que a finales de abril y comienzos de mayo culminara en un virtual estado de guerra entre los dos países.

Las informaciones decían que en horas de la madrugada, la población dominicana de Dajabón había sido atacada con fuego de fusilería y morteros desde Quanaminthe (Juana Méndez), a poca distancia del otro lado del puesto que dividía a las dos naciones.

En la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington se recibía una grave queja del Gobierno dominicano.  La agresión, sostenía Haití, provenía por el contrario, del lado opuesto.

Poco después del mediodía, Radio Santo Domingo difundió un primer boletín oficial informando de un ultimátum de tres horas del Gobierno dominicano al Presidente haitiano Francois Duvalier para que cesara la agresión.  Al cabo de ese plazo la aviación dominicana desataría un ataque contra el palacio presidencial de Puerto Príncipe.

Exigían además un cese inmediato al fuego, castigo de los culpables, empezando con Duvalier, y acuerdos de reparación y compensación por los daños materiales y morales infligidos a la República Dominicana.

Bosch estaba decidido a rescatar el honor nuevamente mancillado de la patria.  Las calles empezaban a ser escenarios de espontáneas manifestaciones de apoyo al Gobierno.  Por la radio comenzaban a difundirse comunicados y proclamas de apoyo a la defensa de la soberanía.  En escasas horas, Bosch parecía suscitar el entusiasmo de los viejos tiempos de campaña

Bosch convocó a los jefes de las Fuerzas Armadas a una reunión. En el curso de la misma ordenó al general Miguel Atila Luna,  jefe de la Fuerza Aérea,  que dispusiera de un avión militar para arrojar millares de volantes sobre Haití,  cuyo texto había redactado de su puño y letra.  Le ordenó además, que prepara aviones para bombardear Puerto Príncipe a las once de la mañana.

Cualesquiera que hayan sido los incidentes, lo cierto es que no hubo ataque alguno a Dajabón y que ese mismo día la Cancillería dominicana debió retractarse de las nuevas acusaciones contra Duvalier.  Bosch había quedado muy mal parado de esta segunda confrontación con su vecino hostil.  No cabía duda de que su imagen ante los jefes militares había descendido con esta nueva crisis.

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