SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Hoy Juan Carlos Stefan nos habla de un personaje del cual los dominicanos conocemos muy poco, a pesar de que una calle lleva su nombre y hay plaza en su honor, Juan Barón.
Nació en Santo Domingo el 30 de marzo de 1893. Se casó dos veces y tuvo 5 hijos, de los cuales solo le sobrevive una de ellas, Nurys.
A sus iniciativas se deben la construcción del parque Enriquillo, antiguo Julia Molina, el Centro Obrero, el embellecimiento de la avenida Duarte, antigua José Trujillo Valdéz.
También, El cementerio de la Máximo Gómez, las urbanizaciones de Villa Francisca y Mendoza así como la creación del ensanche Ozama.
Sobre Juan Barón Fajardo, a quien honra una pequeña calle de Piantini y la Plaza en el malecón, frente al Parque Eugenio María de Hostos, se sabe que hizo estudios comerciales e inició su labor por el ornato y ensanchamiento del Distrito Nacional a partir de 1926. En 1930, tras el paso del ciclón San Zenón, se unió al ejército en la tarea de recoger cadáveres “y levantar de nuevo la barriada”.
Se enemistó con Trujillo porque éste le expropió sus bienes que eran aproximadamente la mitad de la avenida José Trujillo Valdéz. Posteriormente el tirano le compensaría y con unos terrenos en Mandinga a donde se retiraba Fajardo los domingos a descansar con sus nietos.
Murió en Santo Domingo el 26 de febrero de 1975 a la edad de 82 años
“Trujillo absorbió los méritos de Juan Barón, las cosas que él hizo por el Barrio Obrero, Villa Francisca, el ensanche Ozama, Trujillo las tomó como logros del régimen.
Juan Barón “fue un rico que se hizo pobre porque todo lo que tenía lo dio para el desarrollo de la zona norte de la ciudad capital”.