REDACCIÓN INTERNACIONAL.-El clima de tensión y hostilidad reina en Afganistán tras la llegada al poder del régimen talibán. Una muestra de ello es lo acontecido con la joven jugadora de la selección juvenil de vóley de ese país Mahjabin Hakimi, quien según informó el medio Persian Independent fue decapitada por los talibanes en Kabul.
El encargado de contar la historia fue su entrenadora, quien por razones de seguridad utilizó el seudónimo Suraya Afzali. La muerte de la deportista se produjo a principios de este mes, pero la familia optó por no difundirlo por temor a represalias por parte de los encargados de gobernar el país asiático.
Sólo dos atletas del combinado juvenil de ese deporte lograron huir del país, mientras que el resto del plantel se encuentra escondido, a la espera de ayuda por parte de organizaciones internacionales para poder cruzar la frontera. Mahjabin Hakimi, además de defender la bandera nacional, también se desempeñaba en un equipo municipal de la capital afgana.
Vale recordar que los talibanes, tras volver al poder, decretaron que las mujeres no podrán realizar deportes que “expongan sus cuerpos”. Así lo confirmó el vicejefe de la Comisión de Cultura del nuevo gobierno de Afganistán, Ahmadullah Wasiq, durante una entrevista con la emisora australiana SBS News en septiembre. “No creo que a las mujeres se les permita jugar al cricket porque no es necesario que las mujeres jueguen al cricket. Pueden tener que afrontar situaciones en que no estén cubiertos su rostro o su cuerpo. El islam no permite que las mujeres sean vistas así”, manifestó.
Según los reportes, el equipo nacional de vóley femenino de Afganistán se creó en 1978, pero debió detener sus actividades entre 1992 y 2002 por la guerra civil y el posterior ascenso al poder del régimen talibán.
El asesinato de esta deportista fue repudiado por la Federación de Vóley de Italia. “Su culpa: practicar el deporte que amaba, el voleibol. Mahjabin, como muchas otras chicas en Italia y en todo el mundo, cultivó su pasión por el voleibol en el Club de Voleibol del Municipio de Kabul, pero en comparación con otras compañeras, no había logrado salir de Afganistán en los últimos meses. Parece imposible que en 2021 alguien sea asesinado solo porque juega al voleibol, o aún peor, porque persigue sus sueños”, escribieron en su cuenta oficial de Facebook. Y luego, añadió: “Mahjabin, donde estés, nos gustaría imaginarte con un balón en las manos libre de poder jugar al voleibol”.
Por otra parte, los dirigentes italianos ordenaron que “en todas las competiciones de los Campeonatos Nacionales de todos los órdenes y grados y en las de las Series Regionales, el sábado 23 y domingo 24 de octubre se guarde un minuto de silencio en memoria de la joven jugadora de vóley afgana Mahjabin Hakimi”.
En agosto pasado se conoció que la ex capitana de la selección nacional de fútbol, Khalida Popal, había estado al frente de una arriesgada misión para evacuar de Afganistán a 75 deportistas que corrían riesgo ante la llegada de los talibanes al poder. El sindicato de jugadores profesionales de fútbol, FIFPro, comunicó por entonces: “Agradecemos al gobierno australiano la evacuación de un gran número de futbolistas y atletas de Afganistán. Estas jóvenes, tanto como deportistas como activistas, han estado en una posición de peligro y, en nombre de sus pares de todo el mundo, agradecemos a la comunidad internacional por acudir en su ayuda”.