Idealismo: materia prima

Fogaraté

Ayer vi trabajar (alegre y entusiasta, como siempre) a Hecmilio Galván en los imperativos quehaceres que la Dirección de Proyectos Especiales de la Presidencia desarrolla en la base social más urgida del país. Y pensé: ¡Que gran cosa sería que centenares o miles de buenos cuadros profesionales de toda la izquierda se integraran, por ejemplo, a la campaña de alfabetización, para hacer luz entre millones de conciencias, lo que puede ser, si se quiere, una forma de hacer camino hacia el cambio verdadero! (Sepan que cuando me acusan de ser idealista lo tomo como elogio).