Pequeños cambios en la rutina dominical pueden marcar la diferencia en el ánimo, la salud y la productividad de toda la semana
En República Dominicana, los domingos suelen estar cargados de actividades: limpiar la casa, visitar familiares, hacer la compra de la semana o ponerse al día con tareas atrasadas. Sin embargo, muchos olvidan que este día también debe ser un espacio para descansar la mente y recargar energía antes de arrancar la rutina del lunes.
El cuerpo y la mente necesitan una pausa para mantenerse en equilibrio. Por eso, aprender a organizar el domingo con momentos de calma y disfrute puede marcar la diferencia en la productividad y el bienestar de toda la semana.
Aunque parezca difícil, dedicar al menos un par de horas sin redes sociales ayuda a bajar el nivel de estrés y mejora la concentración. Leer un libro, jugar dominó en familia o simplemente escuchar música puede ser más reparador que pasar horas deslizando el dedo en la pantalla.
El domingo es ideal para preparar la ropa de la semana, organizar el menú y hacer una lista de pendientes. La clave está en hacerlo sin presión, como un hábito ligero que evita correr el lunes por la mañana.
Salir a caminar en el parque, ir a la playa, montar bicicleta o jugar pelota con los muchachos del barrio son actividades que no requieren gran presupuesto y ayudan a liberar tensiones. Un rato al aire libre oxigena el cerebro y mejora el ánimo.
El domingo debe ser un día de conexión familiar. Compartir el almuerzo, conversar sin reloj y disfrutar de una película en casa fortalece los lazos afectivos y crea recuerdos que permanecen.
No se trata solo de dormir, sino de permitir que el cuerpo baje el ritmo. Una siesta corta, meditar unos minutos o simplemente sentarse en el balcón a ver caer la tarde son pequeños gestos que ayudan a recuperar la calma.
Los dominicanos que adoptan el hábito de vivir sus domingos como un día de desconexión notan un cambio significativo: más energía los lunes, mejor concentración y una reducción notable del cansancio acumulado.