REDACCIÓN INTERNACIONAL.– La cadena sueca de muebles y objetos para el hogar IKEA anunció este jueves la suspensión temporal de sus actividades en Rusia y Bielorrusia por la guerra en Ucrania.
«La guerra ya está teniendo un impacto humano enorme. Y también está resultando en alteraciones serias en la cadena de suministro y en las condiciones para comerciar. Por todas esas razones, los grupos de la compañía han decidido suspender temporalmente sus operaciones en Rusia y Bielorrusia», según un comunicado.
Esa decisión implica que Inter IKEA, dueño de la marca, paralizará todas las exportaciones e importaciones a y desde Rusia y Bielorrusia, así como toda la producción en Rusia, lo que afecta también a todas las entregas de los subcontratistas.
Ingka Group, sociedad que concentra el 90 % de las ventas de IKEA y opera en 32 países con más de 170.000 trabajadores, suspenderá también todas sus operaciones minoristas en Rusia.
El cierre no afectará, sin embargo, a los centros comerciales Mega, controlados por Ingka, que seguirán abiertos «para asegurar que mucha gente en Rusia tenga acceso a sus necesidades diarias y esenciales como comida, verduras y farmacias», precisa el comunicado.
La decisión de IKEA tendrá «impacto directo» en los 15.000 trabajadores que la cadena sueca tiene en ambos países.
«Las ambiciones de la compañía son a largo plazo y hemos asegurado estabilidad de empleo e ingresos para el futuro inmediato y proporcionado apoyo a estos (trabajadores) y a sus familias en la región», aseguró IKEA.
La fundación IKEA anunció además una donación inmediata de 20 millones de euros (22,2 millones de dólares) para ayuda humanitaria a los desplazados por el conflicto bélico, respondiendo a una llamada de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
«La situación es extremadamente crítica y cambia con rapidez. Los grupos de la compañía se han consagrado a navegar en esta realidad, con el interés de la gente como prioridad principal», señaló la firma sueca.
Mientras Inter IKEA es el dueño del concepto de la cadena de muebles, es el grupo Ingka el que concentra el 90 % de las ventas de la firma sueca, que posee una compleja estructura con fundaciones y compañías con sedes en varios países, controladas por la familia de su fundador, Ingvar Kamprad, fallecido en 2018.