SANTO DOMINGO.- Los recientes acontecimientos en torno a las vistas públicas para discutir la reforma fiscal en la Cámara de Diputados han incrementado la presión sobre el Palacio Nacional y el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Este momento puede ser uno de los más tensos que ha vivido el Gobierno desde que asumió el poder en agosto de 2020, con diversas fuerzas sociales, políticas y económicas manifestando inquietudes, advertencias y, en algunos casos, una oposición abierta.
Un comunicado filtrado del PRM, que no ha sido oficialmente reconocido ni negado, llama a la militancia a movilizarse en defensa de las reformas propuestas por el gobierno de Abinader. El tono de urgencia que permea el mensaje sugiere que dentro del PRM existe una preocupación real sobre la capacidad del partido para asegurar el respaldo necesario a la reforma fiscal, tanto en la sociedad como en el Congreso.
Esta movilización podría reflejar también tensiones internas dentro del partido, ya que no todos los sectores parecen estar completamente alineados con las medidas económicas del Gobierno. El hecho de que este comunicado sea filtrado y no emitido formalmente indica el delicado equilibrio que el PRM intenta mantener en medio de este desafío político.
La percepción pública ha sido uno de los elementos más determinantes durante las vistas públicas. Declaraciones como la de María Inmaculada Núñez, que advirtió al Gobierno sobre las consecuencias de la reforma fiscal, resonaron fuertemente en la opinión pública.
Estas intervenciones, que tocan una fibra emocional entre los ciudadanos, contrastan con los argumentos más técnicos de sectores empresariales y financieros. Organizaciones como la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA) han señalado que la reforma podría poner en riesgo el sistema financiero del país, mientras que los exportadores, representados por Adoexpo, advirtieron sobre la posible caída de las exportaciones si se aprueban las medidas tal y como están planteadas.
La Junta Agroempresarial Dominicana también se ha sumado al debate, al asegurar que la alimentación de la población no debe estar sujeta a nuevos impuestos. Estos argumentos revelan la diversidad de intereses en juego y la complejidad de lograr un consenso en torno a las reformas.
La incertidumbre sobre el posible discurso presidencial de este domingo 20 de octubre añade una capa adicional de tensión. Si bien se ha especulado que el presidente Luis Abinader se dirigiría a la nación para explicar las reformas, fuentes cercanas indican que aún se debate su idoneidad.
El Gobierno está sopesando cuidadosamente el momento y el contenido del mensaje, consciente de las consecuencias de una mala interpretación o un paso en falso.
¿Qué pasará con la propuesta fiscal? Al parecer su futuro se estará definiendo próximamente en el Palacio Nacional.