REDACCIÓN.- El consumo excesivo de agua se llama potomanía y puede ser un síntoma de un desequilibrio psiquiátrico, porque tiene aspectos en común con otros desarreglos del control de las pulsiones. Se trata de un desarreglo relativamente desconocido, que consiste en un deseo frecuente de beber una gran cantidad de líquido, de manera compulsiva sin tener sed de forma particular, lo que va acompañado de una sensación placentera.
Si son conscientes de beber demasiada agua, alrededor de 7 litros o más, conviene acudir a un especialista en endocrinología con el fin de descartar cualquier problema hormonal u otra patología que afecte a la zona del hipotálamo, lugar en el que se encuentra el centro que regula la sed.
Si se sufre úlcera de estómago, el limón puede agravar los síntomas de la enfermedad.
Si se sufre gastritis, los síntomas podrían volverse más intensos.
Si se tienen aftas o heridas en la boca o en la lengua.
Si se sufre una sensibilidad dental, se tienen los dientes frágiles o el esmalte estropeado, porque el limón puede agravar el estado de los dientes.
En el caso de las personas afectadas de anemia o de carencias en minerales, como calcio, esta bebida debe ser evitada.
Si se sufren enfermedades reumáticas, artísticas o de osteoporosis.
Si se sufren con frecuencia ardores de estómago.
Si se sufre una inflamación de la próstata o de la uretra, porque los síntomas serán más intensos con el agua de limón.
Esta bebida también se desaconseja durante la etapa menstrual o en las mujeres que tienen reglas dolorosas.
Los riesgos que implican el consumo de agua con limón son muy poco altos, a condición de no presentar problemas de salud como los evocados anteriormente, y no superar un vaso o medio vaso de agua con limón al día. Si se consume más de un vaso al día, esta bebida puede tener consecuencias nefastas sobre la salud.
Inconvenientes del agua de limón
Las consecuencias del agua de limón pueden ser que el esmalte dental se vea debilitado por culpa del consumo excesivo de ácido cítrico, lo que puede provocar una hipersensibilidad dental a medio plazo. A pesar de que el limón ayuda a equilibrar el pH del cuerpo y evitar los ardores de estómago, si se consume demasiado, se obtiene el efecto contrario.
Esta bebida puede provocar una deshidratación, porque es diurética. Por lo tanto, conviene consumirla con moderación e hidratarse durante todo el día.
