SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Aunque el empresariado dominicano alega un alto costo en pago de personal, el salario mínimo dominicano es el más bajo en comparación con las naciones centroamericanas, de acuerdo con mediciones de organismos internacionales. También reportan un estancamiento del poder adquisitivo y muy baja participación del factor salarial en la definición de la renta nacional.
“Los salarios reales promedio por hora en el 2010 fueron 20 por ciento inferiores al nivel alcanzado en el 2000 y se han quedado muy rezagados del crecimiento de la productividad laboral”, indica el estudio Crecimiento, Empleo y cohesión social en República Dominicana, publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2013.
Agrega que el crecimiento del PIB con salarios estancados ha hecho que se reduzca o caiga la participación salarial en la renta nacional. Una de las causas, plantea, se relaciona con la disminución en los salarios reales, que incluye la caída en el valor real del salario mínimo.
Una comisión designada por el presidente Danilo Medina estudia una propuesta de revisión del Código de Trabajo, que busca reducir los beneficios del régimen de prestaciones laborales, una iniciativa impulsada por la clase empresarial, que alega que los pasivos laborales constituyen un lastre para la rentabilidad y la competitividad.
El informe detalla que “el promedio del valor del salario mínimo real fue en el año 2010 alrededor del 7 por ciento menos que en el año 2000 y no ha avanzado al mismo ritmo que en otros países latinoamericanos donde todos experimentaron ganancias reales, con la excepción de El Salvador, donde el valor del salario mínimo real se mantuvo estable”.
“Entre 2000 y 2010, el valor del salario mínimo real en República Dominicana se redujo un – 0,7% por año, en comparación con el 1,0% de crecimiento anual en Costa Rica y Panamá, el 1,4% de crecimiento anual en Guatemala, y el 5,6% de crecimiento anual en Nicaragua. La caída del salario mínimo real en República Dominicana es también contraria a las tendencias mundiales”
El organismo internacional destaca la contraposición de este comportamiento socioeconómico con el crecimiento económico que muestra el país. “Lo más sorprendente del caso dominicano es que el país experimentó una de las tasas más altas de crecimiento económico en América Latina, con un promedio del 5,4% anual de crecimiento del PIB real durante la década del 2000”.
En 2008, la OIT había publicado cifras que muestran esta tendencia como consistente. Entre 2000 y 2008, el salario mínimo en el país decreció 12%, una variación más drástica que la de El Salvador, donde disminuyó 7.7% en el mismo período, dice. “Mientras que en Costa Rica creció 2.6%, en Panamá 5.6%, en Guatemala 7.8%, en Honduras 32.3% y en Nicaragua 33.8%”, agregó en 2010 un informe sobre micro y pequeñas empresas, que reseñaba esa otra publicación de OIT.
Agrega que esto configura un escenario de grandes retos para un país donde el 47% entra en la población económicamente activa, en su mayoría, 65%, personas menores de 35 años, y con una amplia mayoría (69%) que reside en la zona urbana.
“La competitividad en función de bajos salarios no es sostenible en el largo plazo, por lo que resulta necesario un cambio de rumbo en la materia”, agrega la Cepal en su informe.