Insólita contradicción

De manera inexplicable y más que eso, insólita, la Asociación Dominicana de Profesores ha asumido en estos días una postura que contradice lo que debe ser el objetivo medular de todo gremio magisterial: el mejoramiento integral del sistema educativo, dentro del cual los maestros juegan un papel fundamental.

De manera inexplicable y más que eso, insólita, la Asociación Dominicana de Profesores ha asumido en estos días una postura que contradice lo que debe ser el objetivo medular de todo gremio magisterial: el mejoramiento integral del sistema educativo, dentro del cual los maestros juegan un papel fundamental.

Por esa razón nadie logra entender, por lo menos en términos lógicos y razonables, como la ADP se opone al nuevo sistema de evaluación que se aplicará  para escoger a los directores de escuelas, si el mismo está basado en la profesionalidad y el desempeño de los profesores que aspiran a puestos de dirección en los planteles escolares públicos.

Por tratarse de un medio abierto y democrático en que se miden y aprecian los méritos de cada aspirante, la ADP debía ser la primera en apoyarlo, en lugar de protestar y recurrir a paros y suspensiones de docencia disfrazados de asambleas y movilizaciones.

¿Cómo es posible que se pretenda cerrar el paso a esta apertura para que la competencia personal y académica sea el factor cualitativo que determine quiénes reúnen las mejores condiciones para ser directores de escuelas?

¿Por qué la ADP se resiste a este cambio y se aferra al viejo y cuestionado sistema de concursos, que se ha prestado para favoritismos y manipulaciones por el enfoque clientelar con que tradicionalmente se ha manejado el gremio magisterial?

Nadie niega el derecho de la ADP a tener su propia opinión sobre todo lo que concierte a sus miembros, pero en este caso lo admisible sería que se exigiera el ministerio de Educación un manejo estricto y transparente del nuevo proceso, pero en ningún caso cerrarse al mismo, ya que se han inscrito 1,369 profesores para postulaciones en 140 cargos disponibles .

Si el fin trascendente de la educación es mejorar su calidad y, consecuentemente la preparación del estudiantado, la ADP debería ser la primera en apoyar mejoras cualitativas y no solo en la docencia en las aulas, sino en la vital función de dirigir regiones y distritos escolares con autoridad, disciplina y sobe todo con eficiencia administrativa y gerencial.