Redacción.-En una era donde la conciencia ambiental está en constante evolución, surge una creencia que redefine la relación entre humanos y naturaleza. En el centro de esta se encuentra Sonja Semyonova, de 45 años, quien asegura haber buscado una persona que le hiciera sentir así, pero acabó encontrando el amor en un árbol.
La mujer ecosexual contó que a lo largo de su vida siempre se sintió sola, por lo que optó por caminatas diarias por el campo para poder calmar los nervios, “una tarde en la que salí a pasear, comencé una relación erótica con un árbol y eso cambió mi vida”, sostuvo Sonja.
Semyonova, no solo aboga por prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, sino que también celebra la belleza y la sensualidad de la naturaleza en todas sus formas. Desde abrazar árboles hasta participar en ceremonias de matrimonio con cuerpos de agua, estas mujeres buscan redefinir cómo percibimos y experimentamos nuestro entorno.
La ecosexual indicó que existe cierta similitud entre el sexo con personas y el erotismo con la naturaleza, asegura que esa es la razón por la que las personas aman ir de picnic a parques y hacer senderismo, “todo el mundo es ecosexual sin saberlo”, agregó Sonja
Este movimiento, aunque controversial para algunos, ha ganado adeptos en diversas partes del mundo. Sus seguidores argumentan que al reconocer la naturaleza como un ente con el que podemos establecer relaciones profundas y significativas, estamos más inclinados a proteger y conservar nuestros recursos naturales.
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