JERUSALÉN.- Israel aseguró que sus servicios de inteligencia participaron este miércoles en una operación de la Policía de Brasil que culminó con el arresto en Sao Paulo de dos personas relacionadas con la milicia chií libanesa Hizbulá, que presuntamente preparaban ataques contra la comunidad judía brasileña.
Miembros del Mosad israelí, junto con otras agencias internacionales de seguridad, trabajaron con las fuerzas brasileñas y «han frustrado un ataque terrorista en Brasil, que había sido planeado por la organización terrorista Hizbulá», indica un comunicado del Gobierno de Israel.
«Se trataba de una red extensa que operaba en otros países también» y que pretendía «llevar a cabo un ataque contra objetivos israelíes y judíos en Brasil«, añadió.
La Policía Federal de Brasil realizó registros este miércoles en once domicilios en los estados de Minas Gerais, Sao Paulo y Brasilia, además de arrestar a dos personas en Sao Paulo relacionadas con Hizbulá, un grupo aliado de Irán, el enemigo declarado de Israel.
Los detenidos, cuyas identidades no han sido reveladas, serán acusados de los delitos de pertenencia a organización terrorista y de actos preparatorios de terrorismo, cuyas penas máximas sumadas llegan a 15 años y seis meses de reclusión.
Los supuestos miembros de Hizbulá estaban tratando de reclutar a brasileños para llevar a cabo ataques contra intereses de la comunidad judía, según dijeron fuentes de la Policía, que requirieron el anonimato.
Desde que Israel declaró la guerra al grupo islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza, Hizbulá y otras milicias propalestinas en el sur del Líbano han protagonizado un fuego cruzado con las fuerzas israelíes, provocando la mayor escalada desde 2006 en esa zona fronteriza.
Hizbulá cuenta con presencia en Brasil, en la zona de la triple frontera con Paraguay y Argentina, desde hace al menos tres décadas, mientras que en Bril residen importantes comunidades judía y también de descendientes libaneses.
Israel ha puesto en alerta a sus ciudadanos y a los judíos en el mundo por posibles ataques contra ellos en el marco de la guerra con Hamás, que ha dejado más de 1,400 muertos del lado israelí y más de 10,500 en la Franja de Gaza.