Interrogantes

La muerte del presidente venezolano Hugo Chávez plantea, además del dolor por la partida de un amigo leal y solidario, una situación de incertidumbre sobre el futuro del acuerdo de Petrocaribe.

Aunque en diferentes momentos, representantes del chavismo han dado garantías de la continuidad de ese vital convenio para las economías de los países beneficiarios, nada asegura este mantenimiento.

Las dudas surgen por la lucha de poder que comenzó a evidenciarse desde el mismo día del fallecimiento de Chávez y que podría intensificarse con el paso de los días hasta la celebración de nuevas elecciones en Venezuela.

Para la República Dominicana, la preservación de Petrocaribe es crucial para la sostenibilidad de su economía, particularmente en una etapa en que aún arrastra los efectos de un cuantioso déficit fiscal.

Un eventual cambio en los términos del convenio o su eliminación asestarían un severo golpe a las finanzas públicas y a las posibilidades de que el Gobierno pueda seguir impulsando un sostenido programa en favor de los sectores más necesitados.

Si el chavismo logra triunfar en las próximas elecciones, con el vicepresidente Nicolás Maduro a la cabeza, como heredero político, es probable que no haya drásticos cambios en la política y los esquemas que caracterizaron las relaciones diplomáticas y comerciales de Chávez con sus amigos de la América Latina y el Caribe.

Sin embargo, las perspectivas serían bien distintas si la oposición, liderada por Enrique Capriles, pudiera imponerse en los próximos comicios, en virtud de las críticas mantenidas a la política exterior de Chávez.

Con la muerte de Chávez, la República Dominicana ha perdido a un amigo entrañable y un colaborador a carta cabal que contribuyó a la gobernabilidad democrática y a los programas del país para combatir la desigualdad social.