Además del balance de víctimas mortales, de los heridos y del impacto postraumático en los sobrevivientes, la explosión en la planta de plásticos Polyplas ha dejado interrogantes que tienen que ser satisfechas para el debido esclarecimiento de uno de los hechos de mayor dimensión trágica de los últimos tiempos en el país.
A dos días de este hecho y ante un balance inconcluso, con una cifra oficial de seis muertos y por lo menos 75 heridos, la desesperación se ha apoderado de los familiares de aquellos que aún permanecen desaparecidos o no identificados, en medio de una nueva suspensión de la remoción de escombros en la fábrica.
Hasta el momento las informaciones en general en torno a este doloroso episodio son dispersas y confusas, lo que no ha permitido establecer con precisión y claridad las reales circunstancias en que se produjo la explosión y por qué no se pudo aplicar un mecanismo más efectivo de evacuación que hubiera permitido evitar víctimas mortales.
Con una investigación técnica en curso, a cargo del Cuerpo de Bomberos y algunas explicaciones ofrecidas por la empresa, son muchas las preguntas que se han formulado en la opinión pública y que ameritan una respuesta, mientras crece la incertidumbre sobre este drama y el temor que pueda repetirse en circunstancias similares por el almacenamiento de combustibles altamente volátiles en fábricas que operan con entornos densamente poblados en la ciudad.
La investigación tiene que ser profunda, no deben quedar cabos sueltos y debe contar con la colaboración de Polyplas, Propagas que despachaba el gas natural y de todas las autoridades para que sea creíble y certera, incorporando técnicos independientes y la participación de la sociedad civil. Al final, necesariamente tienen que fijarse responsabilidades y aplicarse un sistema de consecuencias.
Entre las muchas preguntas que inquietan y que ameritan respuestas figuran: ¿se contaba con un protocolo de evacuación y el debido entrenamiento al personal para actuar de forma eficaz y oportuna ante una situación de inminente peligro como la que se presentó? ¿Más aún, existía un sistema de prevención como el que amerita un lugar donde se manejan y almacenan grandes volúmenes de combustibles? ¿Qué supervisión se aplicaba para garantizar el funcionamiento seguro de toda esta estructura?
Esto permitirá no sólo esclarecer esta tragedia sino impulsar acciones para evitar que hechos de esta magnitud vuelvan a producirse en zonas metropolitanas donde cohabitan increíblemente a poca distancia fábricas con estos depósitos, escuelas y guarderías con muchos niños. No ignoremos este gran peligro.