SANTO DOMINGO.- La incertidumbre y la intranquilidad de decenas de familias que temen el desbordamiento de la cañada que bordea sus casas en El Café de Herrera revivieron este fin de semana, luego de los fuertes aguaceros que afectaron el Gran Santo Domingo.
Los residentes de la zona sienten temor ante posibles inundaciones y a la propagación de enfermedades durante esta temporada ciclónica.
La simple amenaza de lluvia despierta en Humberto Nina el miedo a volver a vivir la pesadilla de dejar su casa inundada en medio de la penumbra de la noche, con niños en brazos y algunas pertenencias a cuesta.
La acumulación de aguas negras ya ha sido fuente de enfermedades, incluso entre niños, mientras que los adultos, para poder trasladarse, a sus destinos se ven obligados que pasar descalzos expuestos a infecciones.
Pero no solo las inundaciones los mantienen preocupados, también el hedor y los frecuentes lodazales.
Aunque las autoridades iniciaron los trabajos, los moradores piden mayor agilización para así poder evitar una tragedia.