Redacción.- Las investigaciones del fiscal paraguayo Marcelo Pecci contra el crimen organizado y el narcotráfico serían la causa del atentado en el que perdió la vida en la isla colombiana de Barú, destino que había escogido para su luna de miel.
Pecci fue asesinado a tiros el martes por desconocidos que llegaron hasta una playa privada de Barú, un hecho pocas veces visto en ese sitio turístico y que fue duramente condenado por Paraguay.
Al referirse a las pesquisas sobre el ataque, el director de la Policía colombiana, general Jorge Luis Vargas, indicó que apuntan hacia la labor del fiscal, que con 45 años se había convertido en uno de los más importantes y respetados de la Justicia paraguaya.
«La primera gran hipótesis que tenemos es que debido a sus funciones, a sus casos, a lo realizado en grandes operaciones, se produjo este magnicidio», indicó Vargas en una conferencia de prensa en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias.
«Fue un magnicidio contra la Justicia cometido por un sistema de crimen organizado trasnacional con alta planeación e inversión de recursos para cometer este hecho», agregó el general.
Explicó que el sospechoso de asesinar al fiscal es un hombre de aproximadamente 1,74 metros de estatura, tez trigueña y acento caribeño.
La foto del sospechoso fue difundida el martes por la Policía y en ella se ve a un hombre vestido de negro y con un sombrero que oculta parcialmente su rostro, por lo que las autoridades pidieron la colaboración de la ciudadanía para identificarlo.
SEGUIMIENTO DESDE PARAGUAY
Las palabras del jefe de la Policía de Colombia ratificaron las versiones anticipadas por autoridades en Paraguay, que no descartaron un posible nexo entre el atentado y la labor profesional de Pecci.
La fiscal general de Paraguay, Sandra Quiñónez, afirmó en una entrevista el martes por la noche con el canal SNT que el trabajo de Pecci no era solo «contra el crimen organizado local o el narcotráfico local sino transnacional».
Pecci, según la titular del Ministerio Público, era parte de una red internacional de fiscales de lucha contra el narcotráfico.
En la misma línea se pronunció el ministro del Interior, Federico González, quien recordó hoy a periodistas que el funcionario ha llevado «procesos muy importantes».
Las autoridades admitieron que la investigación busca determinar si los movimientos del fiscal estaban siendo vigilados desde que salió del territorio paraguayo junto a su esposa, la periodista Claudia Aguilera, con quien se casó el pasado 30 de abril.
«Pensamos que el seguimiento pudo iniciarse acá», dijo a medios locales el comandante de la Policía Nacional del Paraguay, Gilberto Fleitas.
El oficial se dijo «seguro» de que sus pares colombianos identifiquen a los autores intelectuales.
Las autoridades colombianas trabajan en labores de búsqueda «intensas» que incluyen control en carreteras, aeropuertos y pasos fronterizos, a la vez que se ha compartido información con Interpol y Europol para que se sumen a la búsqueda de sospechosos.
La embajadora de Paraguay en Bogotá, Sophia López Garelli, declaró a medios locales que cuatro paraguayas fueron interrogadas por las autoridades en Colombia dentro de la investigación, aunque admitió que las diligencias incluyeron a ciudadanos de otras nacionalidades.
Según la diplomática, se trató de dos mujeres paraguayas que viajaron a Colombia en el mismo avión del fiscal y otras dos que se hospedaban en el mismo hotel.
Durante esta jornada, el Senado recibió al embajador de Colombia en Paraguay, Fernando Sierra Ramos, para hablar sobre las pesquisas y la posibilidad de nuevas formas de cooperación entre ambos países.
Entretanto, el titular del Interior explicó a periodistas que se están haciendo los trámites y gestiones que llevar a cabo «en la mayor brevedad» la repatriación del cuerpo del fiscal.