São Paulo.- El brasileño Renato Cariani, uno de los mayores influenciadores de ‘fitness’ del país, fue objeto este martes de una operación policial que investiga el desvío de doce toneladas de productos químicos usados para producir crack entre 2014 y 2020.
Agentes federales registraron la mansión de Cariani, que cuenta con más de 7 millones de seguidores en Instagram y 6 millones de suscriptores en Youtube, aunque la petición para su ingreso en prisión y la de otros sospechosos fue denegada por la Justicia.
Según informó la Policía Federal, la operación, bautizada ‘Hinsberg’, sigue el rastro de 60 casos de desvío de productos químicos mediante un esquema de emisión de facturas fraudulentas a nombre de grandes empresas farmacéuticas.
El comisario de la Policía Federal Vitor Beppu afirmó este martes en una rueda de prensa que el influenciador aparece como «socio-propietario de la empresa que estaba emitiendo facturas» falsas de esos insumos químicos.
La investigación comenzó a partir de los recibos de dos depósitos realizados en efectivo por personas que se hacían pasar por trabajadores de multinacionales del sector, que aparecen como compradoras y que negaron tener vínculo con la trama.
El valor de los productos desviados alcanza los 6 millones de reales (1,2 millones de dólares / 1,1 millones de euros) y, según la Policía, a partir de esas 12 toneladas de producto entraron en el mercado de consumo de drogas «cerca de 15 toneladas de crack», lo que puede traducirse en «valores estratosféricos» de dinero.
Entre los productos desviados se encuentran fenacetina, acetona, éter etílico y ácido clorídrico, que según el comisario de la Policía Federal, son utilizados para el «refinamiento y la adulteración» de drogas como el crack.
En total, la Policía ha llevado a cabo 18 mandatos de registro e incautación en direcciones de los estados de São Paulo, Paraná y Minas Gerais.
Los investigados se enfrentan a cargos de tráfico equiparado, asociación para fines de tráfico y blanqueo de dinero, que combinados pueden superar los 35 años de prisión.