SANTO DOMINGO, República Dominicana.- A sus 45 años de edad un hombre ha tenido que adaptarse a vivir a oscuras debido a que por una enfermedad llamada retinosis perdió la vista hace solo cinco años. Esto no le ha quitado las ganas de seguir adelante y servir de motivación para otros, ya que uno de sus principales oficios los realiza en el centro para menores de edad en conflicto con la ley, en Najayo, San Cristóbal.
El señor Bernabé Payano González imparte sus clases de motivación a los internos, usando técnicas tan sencillas como dar un abrazo, algo que puede cambiarle la vida a uno de estos jóvenes privados de libertad.
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Además de impartir estas charlas, este hombre se ha dedicado a compartir sus conocimientos sobre cómo fabricar utensilios de limpieza, oficio que entiende puede ayudarlos a construir un mejor futuro para cuando salgan de prisión.
Payano comentó que cuando empezó a trabajar con los reclusos, su gran preocupación era la aceptación que ellos le iban a dar por su discapacidad visual, aunque aseguró que quedó totalmente sorprendido con sus conductas.
Algunos de los internos entrevistados cuyos rostros no se muestran por motivos legales, se encuentran en prisión por homicidio, pero comentaron que tomar esas clases con Bernabé los ha ayudado a no recaer, y a tener la esperanza de seguir adelante.
A pesar de la gran ayuda que representa este hombre de espíritu inquebrantable, sus clases a veces se ven en peligro por la falta de dinero para adquirir los materiales, por lo que a la institución le resultaría muy útil recibir algunas donaciones.
Encargados del centro correccional de menores hacen un llamado a las autoridades a aumentar los recursos que le asignan ya que son insuficientes.