gente lloraba y colocaba flores en el palacio de Buckingham.
Pero Isabel II demostró estar a la altura de los acontecimientos al escuchar los consejos del entonces primer ministro Tony Blair y regresar al palacio de Buckingham, de donde salió para hablar con la gente y leer los mensajes dejados por los británicos.
Sus últimos años fueron exitosos gracias a la boda del príncipe Carlos y Camilla, duquesa de Cornualles, y la de los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina.
Isabel II mantiene la promesa que hizo en un mensaje por radio cuando tenía 21 años: "Toda mi vida, sea larga o corta, estará dedicada a vuestro servicio".