Jerusalén.- El Ejército de Israel anunció este jueves que completó una «incursión selectiva» de dos semanas en el norte de la Franja de Gaza que le permitió recuperar el «control operativo» en la zona, donde habían resurgido los combates con milicianos del grupo islamista Hamás.
Respaldadas por fuego naval y de artillería, así como bombardeos, las tropas y fuerzas especiales israelíes incursionaron desde la zona de Al Shati y «cruzaron la ciudad de Gaza en menos de dos horas y obtuvieron el control operativo. Esto refleja el estado debilitado de Hamás en el norte» del enclave, indicó un vocero del Ejército.
Se trata de «un nuevo método de operaciones ofensivas para combatir el terrorismo», subrayó, al explicar que los soldados «limpiaron infraestructura terrorista, localizaron materiales de inteligencia, confiscaron armas y eliminaron a terroristas».
Además, los uniformados «localizaron y destruyeron un túnel subterráneo que contenía elementos de inteligencia de Hamás y estaba ubicado debajo de la sede de la UNRWA», la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, añadió el vocero.
El Ejército israelí inició su ofensiva terrestre dentro de la Franja a finales de octubre a través de la zona norte del enclave y ya se había hecho con el control casi total de esa región, pero en las últimas semanas se recrudecieron los combates con milicianos que llegaron desde el sur, donde las tropas israelíes también invadieron por tierra.
Este mismo jueves el Ejército irrumpió en el Hospital Naser, en Jan Yunis, el más importante del sur del enclave, tras 25 días de asedio, asegurando que tiene «información creíble» de que Hamás mantuvo en ese centro a algunos de los rehenes israelíes y de que podría haber cadáveres de secuestrados.
La guerra estalló el 7 de octubre tras un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1,200 muertos y 250 secuestrados.
Desde entonces, las fuerzas israelíes mantienen una fuerte ofensiva por aire, tierra y mar sobre la Franja de Gaza que ha dejado más de 28,600 muertos y 68,400 heridos, la mayoría niños y mujeres.
Pese a una creciente oposición internacional, Israel anunció que planea incursionar por tierra en Rafah, una ciudad en el extremo sur del enclave fronteriza con Egipto, donde se han hacinado la mayoría de los casi dos millones de gazatíes desplazados por la guerra y que sobreviven en medio de una crisis humanitaria sin precedentes.