RECHAZAMOS FALSA CONVERGENCIA OPOSITORA: NINGUNA FACCIÓN DEL PRD MERECE RESPALDO.
Las dos cúpulas en que se ha dividido el PRD -constituyendo una facción minoritaria al servicio de Leonel Fernández y del Comité Político del PLD y otra mayoritaria encabezada por Hipólito Mejía y la claque que lo acompañó durante su desastroso gobierno- no contarán con nuestro apoyo.
Ambas son neoliberales, partícipe de la corrupción y del clientelismo, responsables de las privatizaciones y de los contratos onerosos y destructivos con las corporaciones mineros energéticos, auspiciadoras de la impunidad de los delitos de Estado (incluidos los narco-delitos), promotoras de paquetazos tributarios empobrecedores, subordinadas a los designios de EEUU y de la lumpen burguesía dependiente dominicana.
La que fue comprada por la cúpula del PLD (la de Miguel Vargas) forma parte del régimen político bajo control de ese partido; mientras la otra (la que encabeza Hipólito) está entrampada por él y aspira a recuperarse para hacer cosas parecidas. Se trata de una falsa oposición, de uno de los componentes de un bipartismo tradicional decadente y en crisis terminal, que además está nuevamente dividido entre los que quieren ir a la Convención pro-oficialista y los que no.
No es aceptable llamarse de izquierda o incluso simplemente progresista y sumarse a ese nuevo engendro con título de oposición. Eso además equivale en meterse en las patas de los caballos de las facciones perredeístas, pleitos que pueden concluir de la peor manera.
Recordemos los paquetazos neoliberales, el envío de las tropas a IRAK, los escándalos de corrupción, la incorporación de Quirino al PRD, la impunidad de la corrupción y del propio Leonel, la devolución a los multimillonarios de los fondos de Baninter empobreciendo la sociedad, los acuerdos con el FMI, la firma del TLC-DRCAFTA las represiones y crímenes de Candelier, el clientelismo y el intento de reelección… durante el gobierno de Hipolíto quien par el colmo del caudillismo y el machismo se hace decir “PAPÁ”.
La nueva oposición que necesita el país debe ser otra cosa: la confluencia de toda la diversidad alternativa al modelo neoliberal, a las partidocracias corrompidas (moradas, blanca y colorá), a la institucionalidad pervertida vigente, al desastre medio-ambiental, a la impunidad, a las privatizaciones leoninas, a los TLCs, al latifundio y el extrativismo destructivo, a la dependencia y la recolonización, al racismo anti-hatiano, a la violencia de género y al autoritarismo político.
Hablamos de una unidad político-social por la democratización de sistema electoral secuestrado por una Constituyente Popular y Soberana y una democracia participativa, que combine las luchas de calles, las movilizaciones contestatarias, con el aprovechamiento de las brechas institucionales. Que combata en todos los escenarios que posibiliten acumular fuerzas y resquebrajar el poder establecido creando contra-poder.
Participar e impulsar esta Nueva Oposición es una de las razones de ser de Izquierda Revolucionaria, al igual rechazar, desenmascarar y enfrentar las falsas oposiciones que, secuestrando los términos revolucionarios, o usando engañosos títulos, pretenden, usando estas desgastas trampas, engañar una vez más al pueblo y reciclar un sistema podrido.
Izquierda Revolucionaria–IR, no solo rechaza esta falsa convergencia opositora liderada por Hipólito Mejía y su claque, sino que invita a todos/as los/as dominicanos/as a hacerlo con la misma intensidad con que ha sido necesario rechazar a la cúpula del PLD, la facción de Vargas Maldonado, el detartalado balaguerismo y a todos los responsables del deterioro moral, social, ambiental y económico del pueblo y la nación dominicana.